Leyes de Nuestra Madre Reina María Lionza

1-Todos los corazones de mis hijos deben estar unidos por el sentir del pensamiento de una sola caridad y bondad.

2-El que desee aumentar y desarrollar sus facultades, debe conservar y respetar solo la asistencia de buenos y sabios espíritus de luz.

3-La misión de mis hijos es santa con mi benevolencia para abrirse los horizontes del alma hacia la elevación de la luz eterna.

4-Mis hijos solo deben conducirse por el camino del bien, nunca favorecer y desviarse en la mentira para la ambición, la codicia y todo interés mezquino y lujurioso.

5-Nunca hagan mal uso de sus facultades, dándole solo una buena dirección desinteresada hacia la ayuda y la bondad.

6-Mi luz, mi fuerza y mi orden con los que he revestido religiosamente a mis hijos no debe convertirse en diversión o distracción y mucho menos en medio para dañar semejantes.

7-Seré benevolente, pero así mismo pediré cuenta del mal uso que hagan a sus facultades que se os ha otorgado.

8-La presencia de un buen espíritu de luz debe ser respetada plenamente como enviado y mensajero de mi orden y presencia.

9-Mis hijos deben respetarse mutuamente espiritual y terrenal, y más aquellos afianzados y unidos por el vínculo del bautizo de mi luz y fuerza espiritual por un mismo guía terrenal.

10-Mi luz y caminos no son para conseguir placer y lujuria.

11-Mis montañas son templo y centro de mi presencia, y armonía con la naturaleza, irrespetar mis montañas es irrespetar mi presencia.

12-En mis montañas y en los santuarios de mi luz no deben existir envidias, invocaciones oscuras, malos pensamientos, odios, chismes, confrontaciones, contrariedades, celos y mucho menos contactos carnales, todos son parte de una hermandad en un templo.