EL FEMINISMO Y YO
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EL FEMINISMO Y YO

Opinión de Juana Ma. Fernández Llobera

Juana Ma. Fernández Llobera | 12 feb 2025


EL FEMINISMO Y YO

Desde muy niña pude ver, que los hombres tenían privilegios de los cuales las mujeres carecíamos. Eso me dio mucha rabia porque no entendía la razón de ello. A medida que fui creciendo, observé que el mundo de ellos era muy distinto al que me correspondía a mí por ser mujer, así que me puse a luchar para ayudar a conseguir que eso cambiara. 

Muchas veces se me ha dicho que he vivido como un hombre. Me hace gracia que se me diga eso por el hecho de haber luchado por mi libertad y ser independiente, por haber querido estudiar, por desear ser Escritora. Simplemente soy una Mujer que ha luchado por ayudar a conseguir la Igualdad entre Mujeres y Hombres.

Una de las cosas que nunca he entendido, es como algunas mujeres de mi generación, nacidas en la década de los sesenta del siglo pasado, hablan despectivamente del feminismo. Siempre he respetado las opiniones de los demás, ya que en eso se basa parte de la libertad, pero es que pienso que para opinar en contra de algo, hay que conocerlo. El feminismo lucha por la equidad en todos los ámbitos: económico, político, social y cultural. ¿Qué es lo que no os gusta de ello? ¿Me lo podéis explicar y argumentar? 

Escribo este artículo para dar a conocer un poco sobre el feminismo, para que las generaciones posteriores a la mía conozcan las raíces de ese movimiento.  El feminismo es un movimiento social, académico, político y cultural que se inició a finales del siglo XVIII, aunque no adoptó el nombre de feminismo aún en ese momento, pero propició la toma de conciencia por parte de las mujeres en reconocerse como un grupo humano vulnerable, sujeto a la dominación, opresión y explotación por parte del patriarcado.

Como todos los movimientos, el feminismo es cambiante y está en constante transformación. En el contexto tanto de la Ilustración (movimiento cultural e intelectual europeo), como de la Revolución Industrial, un grupo de escritoras y pensadoras europeas lanzaron ideas sobre la naturaleza de la mujer, concretamente  en Francia e Inglaterra durante los siglos XVIII a XIX. Querían demoler el rol de sumisión y subordinación, así como la igualdad de los derechos civiles. Cuestionaron los privilegios masculinos, defendieron el hecho de que las mujeres son aptas para los mismos trabajos que los hombres; exigieron igualdad de los derechos civiles, así como el el derecho a una educación digna; y aquí es cuando se comienza a hablar del voto femenino (el cual daría pie a la segunda ola). Con todo ello, lograron la visibilidad de las mujeres y los primeros escritos feministas. En ese periodo puedes encontrar a mujeres como la escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft, nacida en abril de 1759. En la Genealogía del feminismo que sitúa en la Ilustración el origen teórico del Feminismo, se considera que la primera ola comienza con la obra de Poullain de la Barre ‘De la igualdad de los dos sexos’, que fue un escritor, sacerdote, precursor del feminismo, y filósofo cartesiano francés. Mujeres que destacaron también fueron las siguientes: Emili Du Châtelet, Harriet Taylor, Olympe de Gouges, Sojourner Truth y Pauli Murrai. 

Esta última, fue una bogada por los derechos civiles, activista los derechos de las mujeres, la identidad sexual y de género y contra la segregación racial, escritora y la primera mujer negra en ser ordenada Pastora De la Iglesia Episcopal en 1976.

¿Pero qué es eso de las olas? ¿Cuántas olas ha habido?

La metáfora de las ‘olas’ permite clasificar las distintas etapas de lucha del Feminismo. Hasta la fecha han existido cuatro olas. En estos momentos, podemos considerar aún que estamos en la cuarta. No fue hasta 1968 cuando se empezó a hacer uso de este término en el feminismo, después de que Martha Weinman Lear lo utilizara en un artículo publicado en el New York Times. 

La Primera Ola sucedió entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX (sobre 1920). Querían conseguir el derecho al voto, que ahora lo vemos tan normal, pero hasta más tarde de ese instante, las mujeres no podíamos votar. Deseaban conseguir una educación igualitaria, igualdad física y económica. Las mujeres anhelaban poder abrir una cuenta bancaria sin autorización del padre o del marido (ahora no pensamos que, no hace tanto, teníamos que pedir permiso). Su objetivo era hacer que la sociedad reconociera que las mujeres son personas, no una propiedad residencial o comercial. Las mujeres querían poder tener propiedades, poder dedicarse al comercio y tener negocios propios. También se luchaba por poder asistir a reuniones políticas y poder, además de votar, presentarse a elecciones y ocupar cargos públicos. Otra de las cosas por las que se luchó, fue para poder afiliarse a organizaciones políticas y, algo sumamente importante, poder acceder a la educación primaria, secundaria y universitaria. Las sufragistas marcharon por el voto femenino e hicieron mucho ruido a lo largo de muchos países del mundo. Con todo lo que hicieron, se logró la Primera Convención por los Derechos de las Mujeres, en 1848; la visibilización de los derechos de las mujeres afroamericanas y temas abolicionistas; la Asociación Estadounidense por el sufragio de la Mujer, en 1869; la ratificación de la 19ª Enmienda, en 1920, que concedió el derecho al voto; el derecho a la propiedad, a un trabajo remunerado y una mejor educación. ¿No encontráis todas esas cosas muy importantes? Hasta ese instante, las Mujeres no teníamos derecho. También se consiguió un cambio de vestimenta, quitando el martirio del corsé y acortando las faldas y el cabello. Por fin la mujer podía practicar deportes y salir a lugares de esparcimiento solas (ahora podemos ir en España donde queramos, pero antes no era así y no hace tanto). Además, se consiguió que pudieran conducir automóviles e incluso aviones. Todo eso lo consiguieron las Feministas. De esa ola, encontramos como representantes de la misma a Elisabeth Cady Stanton, Emma Goldmam, Lucretia Mott, Rebeca West, Emmeline Pankhurst, Clara Zetkin, Simone de Beauvoir y nuestras queridas compatriotas Clara Campoamor y Carmen de Burgos. 

Clara Campoamor, nacida el 12 de febrero de 1888 en Madrid, fue una abogada, escritoras, política y defensora de los derechos de la mujer española. Fue una de las grandes impulsoras del sufragio femenino en España. Carmen de Burgos, nacida el,10 de diciembre de 1867, fue una periodista, escritora y traductora española, y activista de los derechos de la mujer. Uno de los seudónimos más conocidos es el de Colombine. Considerada la primera periodista profesional en España y en lengua castellana por su condición de redactora del madrileño Diario Universal. Perteneció a la Generación del 98 (aunque en un principio no se la incluyera, al igual que a Consuelo Álvarez Pool y Concha Espina. Aún existe polémica sobre ello). Solo eran hombres los que pertenecían a esa Generación, como Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle- Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibañez, Azorín, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado, Pío Baroja, y otros. Como siempre, las Mujeres fuera. 

Y llegó la segunda ola a mediados del siglo XX, sobre 1950. La principal lucha de esta fase fueron los derechos reproductivos y sexuales, el empoderamiento femenino, el anticolonialismo y el inicio de un enfoque interseccional. La interseccionalidad es una categoría de análisis para referir los componentes que confluyen en un mismo caso, multiplicando las desventajas y las discriminaciones. Es una herramienta analítica que reconoce que las desigualdades sistémicas se configuran a partir de la superposición de diferentes factores sociales como el género, la etnia y la clase social. Se luchó por los derechos civiles y por las minorías de sexo y del raza. En 1963, Betty Friedan, psicóloga, teórica, activista y líder feminista, publicó ‘La mística de la feminidad’, un libro que recogía el malestar que sentían las mujeres en Europa, a pesar de haber obtenido el derecho a votar, a recibir educación y a emanciparse. En esa época se consiguió la Ley de Igualdad de Salarios, la Ley de Trabajo, la Enmienda para la Igualdad de Derechos, la Organización Nacional para mujeres. Surgen corrientes y afiliaciones diversas: ciber y ecofeminismo, feminismo socialista, radical o liberal, etc. Las principales representantes fueron, aparte de Betty Friedan, Kate Millet, Gloria Steinem. Ángels Davis, Dolores Huerta, Marcela Lagarde, Celia Amorós, Audre Lorde y Amelia Valcárcel. 

Hubieron guerras feministas por el sexo, que fueron los tensos debates entre el movimiento feminista y la comunidad feminista lésbica principalmente en Estados Unidos desde finales de la década de 1970 y hasta mediados de los 80.

Entre 1990 y 2000 se produjo la tercera ola. Se continúa la labor de sus predecesoras a la vez que se abordan luchas actuales. Se crea un movimiento general que abarca los distintos desafíos que enfrentan mujeres de diferentes razas, clases e identidades de género. Se crea el Feminismo interseccional y de identidad de género, así como el afrofeminismo, ecofeminismo, feminismo discapacitado y el transfeminismo. Las principales representantes de estar tercera ola fueron:  Judith Butler, Kimberlé Crenshan, Patricia Hill Colina, Deborah King, Bárbara Ransby, Rebecca Walker, Elsa Barkley Brown, Julia Serrano, Raheel Raza y Jenny Morris.

Y llegamos a la cuarta ola, en la que estamos. Se busca recuperar a la mujer como sujeto político, seguir y terminar con los derechos reproductivos, libertades y garantías individuales de todas las mujeres y el tema de la paridad. Recordemos que la paridad es un principio constitucional que tiene como finalidad la igualdad sustantiva entre los sexos, que adopta nuestro país como parte de los compromisos internacionales que ha adquirido con el objeto de que los derechos políticos electorales de las y los ciudadanos se ejerzan en condiciones de igualdad. 

En esta cuarta ola se pone en el centro del debate la violencia creciente que sufre la mujer alrededor del mundo.

La lucha se está haciendo a través del ciber feminismo, contenido audiovisual, cambios legales y propuestas sociales, así como avances legislativos. Es la ola de la sororidad, que es la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento. Algunas de las mujeres importantes en esta lucha son: Tarana Burke, Florencia Alcaraz, Prudence Chamberlain y María Luisa Posada Kubissa. 

Con este artículo de opinión, lo que he querido transmitir es que si estamos unidas, conseguiremos muchas más cosas. Por suerte, hoy en día, hay bastantes hombres que apoyan nuestra lucha y eso siempre ayuda. Esperemos que un día, no muy lejano, la Igualdad entre Mujeres y Hombres exista en toda su dimensión. Y sobre todo, que no exista más violencia, nunca más, contra las Mujeres. 

                                                                                Juana María Fernández Llobera

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