La necedad del pobre

La necedad del pobre

Ayer tuve la suerte de estar en el campo del Peñón, para observar, mirar, fisgonear… todo es cuestión del que lo quiera mirar, y la verdad es que yo, casi siempre, lo veo del lado crítico, qué le vamos a hacer!. Observo, que la vida sigue igual, todo es prácticamente lo mismo, salvo que han pasado los años, el color no es de tierra, las gradas siguen siendo las mismas, las casetas son las de siempre, el risco sigue estando en el mismo sitio, aunque ya sabe leer, o al menos ve la publicidad que pasa por delante de sus ancianos ojos, las cantinas siguen siendo las mismas, el público no grita como antes, perdón, como van a gritar si no vienen al campo, se lo han cargado esto también, en definitiva, como la canción “como han pasado los años” , lo siguiente debería de decir “Qué mundo tan diferente”, pero en este caso, no es verdad. Todo sigue igual, o peor.

En nuestro querido mundo deportivo del Puerto de la Cruz hemos pasado de ser la punta de la lanza a terminar justificando, todo para convertirnos, inmediatamente en pasotas del tiempo, donde todos nos dará igual, ¿cómo es posible que sabiendo que todo está peor que antes, sigamos permitiendo que nos pasen por las narices el ostracismo y el ridículo de lo que en instalaciones deportivas tenemos? ¿Cómo es posible que sabiendo que no han invertido ni un solo euro para mejorar o hacer algo que nos lleve, de nuevo, al lugar que merecemos, digamos si guana, porque es mi amigo o es de mi partido, o lo que sea?

Si tienes ojos en la cara, verás inmediatamente, que lo que tenemos es de tercer nivel, que no hemos sido capaces de añadir una sola obra deportiva a nuestro escaso y desnutrido inventario. Que nos han estado engañando, sistemáticamente, con mentiras “piadosas” que vienen bien a los políticos mediocres, alimentados por el intento continuo de mantenerse en el poder, porque le asegura el sustento de cuatro años de dinero fijo en sus hogares. No hemos visto cambiar a muchos que venían a resolver el mundo, que parecían los dioses sempiternos, y ahora son presos de los intereses ocultos de sus respectivos partidos.

Me gustaría, por un momento, que pensáramos los dos en alto, “¿Nuestro Puerto de la Cruz sería diferente si lucháramos en conseguir objetivos conjuntos y nos olvidáramos de la política?” ¿Tendríamos un mundo diferente si fijáramos objetivos reales y no ficticios marcados por gente que no quiere al Puerto de la Cruz?

Si yo fuera político, crearía un mundo irreal, porque la realidad actual me asusta, vendidos al poder de unos cuantos por querer resolver mi papeleta a de fin de mes, perdidos en el egocentrismo y dejando de lado a la colectividad y lo peor, destrozando los intereses de nuestros hijos por un plato de comida “hambre para hoy, miseria para mañana”

Mis instalaciones son de tercer nivel, pero eso da igual, no hay que quejarse, porque estarías MARCADO, ante la mediocridad, osea, porque nos podrían poner una cruz, que nos impida enchufarnos en los puestos de miseria que tienen para que ustedes vivan mal y ellos como dioses, amparados en la frase “Si te mueves no sales en la foto” o “con la miseria yo domino”.

Aunque crean lo contrario, la política y el deporte van de la mano, basta decir, que, si tu perteneces o estas cerca de algún partido político eres más importante para ellos y sus subvenciones, “las reales y las que no” y por lo tanto, el voto es y genera todo tipo de motivaciones institucionales que atentan contra todo aquello que se llame dignidad. Es más cierto que existen municipios apegados al poder y tienen instalaciones que