“I”, el primer teniente coronel cristiano de las Fuerzas de Defensa de Israel

Por primera vez en la historia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), un militar árabe-israelí ha sido ascendido a teniente coronel. De esta manera, “I” se ha convertido en el primer cristiano en alcanzar un alto rango militar en Israel. Por razones de seguridad, para evitar posibles atentados contra su familia, no se ha publicado su identidad.

En una entrevista para el diario digital argentino Infobae, “I” declaró que sus superiores “no quieren que se divulque mi nombre, pero yo no tengo miedo.”

Además de para evitar posibles represalias contra su familia, las FDI también quieren proteger su identidad porque “I” es el jefe de Operaciones Informáticas de la Marina de Israel.

La integración de soldados no-judíos a las FDI es un proceso que todavía sigue en desarrollo. Ya en 1948, durante la independencia de Israel, se iniciaron las primeras iniciativas para integrar a soldados de diferentes confesiones religiosas al Tzahal (acrónimo en hebreo de FDI).

El servicio militar israelí dura dos años para las mujeres y tres para los hombres. Es obligatorio para judíos, drusos y circasianos. Los beduinos tienen unas disposiciones diferentes para su reclutamiento, sin embargo, son un pueblo que tiene arraigada la costumbre de organizar un llamado a filas.

La población árabe-israelí (en su mayoría musulmana) está exenta de cumplir el servicio militar israelí. Dentro de esta disposición está la población cristiana integrada en la población árabe-israelí.

En 1948, el propio primer ministro David Ben-Gurión ofreció a los cristianos la posibilidad de ser integrados en el Tzahal, sin embargo, los líderes religiosos, especialmente el Papa Pio XII y los patriarcas ortodoxos, instaron a los cristianos a no involucrarse en el conflicto de la independencia de Israel. Aunque posteriormente las autoridades israelíes hicieron varias ofertas para integrar a los cristianos en su ejército, su acceso ha sido bastante difícil de realizar.

La Guerra Civil Libanesa (1975-1990) fue la verdadera causa que motivó a los cristianos a alistarse a las FDI. A partir de entonces, los sucesivos Gobiernos israelíes comenzaron a elaborar programas para la integración de los cristianos.

En 2012, el Tzahal promovió a comandante a Mona Abdo, la primera mujer soldado cristiana en alcanzar un alto rango en la oficialidad del ejército israelí.

En 2014, durante la presidencia de Benjamin Netanyahu, se aprobó un plan para crear una unidad militar integrada únicamente por cristianos, además de conceder la ciudadanía árabe-israelí a todo cristiano palestino que quiera hacer el servicio militar en las FDI. Esta iniciativa fue promovida y apoyada por el portavoz del Patriarcado Griego Ortodoxo de Jerusalén, el Padre Gabriel Naddaf.

También existen iniciativas para tratar de habilitar y facilitar los servicios religiosos de cada credo de los militares que conforman el Tzahal.

Según el teniente coronel “I”, las “recomendaciones” de los vecinos musulmanes árabe-israelíes suelen ser amenazas que obligan a los cristianos a meditar mucho su alistamiento, siendo un tema que es consultado con mucho discernimiento con la familia. De hecho, en los primeros años de su servicio militar, trató de guardar en secreto que pertenecía al Tzahal e incluso temió de que algún vecino musulmán pusiera una bomba de advertencia en la puerta de la vivienda de sus padres.

Las estadísticas de las FDI muestran que hay cerca de 170 cristianos árabe-israelíes integrados en sus filas. Según “I”, existe un grupo de WhatsApp muy activo de cristianos que están realizando el servicio militar y de veteranos en el que él está metido.

“I” es un hombre de 37 años, casado, con dos hijos. Perteneciente a la Iglesia Católica Maronita. Su carrera militar dio comienzo cuando terminó secundaria y planeaba estudiar ingeniería en el Technion, el instituto israelí de tecnología localizado en Haifa. Por aquel entonces, “I” tenía una novia judía que debía presentarse a filas para cumplir con su servicio obligatorio militar. Entonces, “I” decidió seguir los pasos de su novia y enrolarse voluntariamente.

El proceso de alistamiento fue un tanto confuso, ya que los cristianos, al no estar obligados a prestar servicio militar, “I” desconocía qué pasos tenía que seguir para poder ingresar en el Tzahal. Gracias a la ayuda de sus vecinos y amigos judíos pudo iniciar su carrera militar.

En las mesas de inscripción, a “I” le ofrecieron formar parte de una unidad formada solo por soldados cristianos, pero rechazó la oferta y pidió ser destinado a una unidad común compuesta por judíos. De esta manera, en 2000, “I” entró a formar parte de la célebre brigada Golani, la más prestigiosa de las FDI.

“I” participó en varios combates contra Hezbollah durante la Guerra del Líbano de 2006. También estuvo destinado a la vigilancia en torno a la franja de Gaza y a su invasión en 2014.

“I” participó en el rescate de una familia cristiana gazatí que sufría amenazas de muerte por parte de militantes de Hamas. Los terroristas les habían acusado de querer evangelizar musulmanes. Gracias a que un sacerdote ortodoxo pudo contactar con él, se pudo planificar un plan de fuga para salvar a la familia.

Al cumplirse los tres años obligatorios del servicio militar, “I” comentó en la entrevista que dejó de ser “el bicho raro que hablaba árabe” para que sus compañeros le tuvieran por un gran amigo. Fue en ese momento cuando decidió presentarse al curso de oficiales y ver hasta dónde podía llegar su carrera militar.

“I” dijo que en las FDI descubrió sus “raíces verdaderas”. En la escuela a los cristianos se les cuenta la historia de Israel según la versión árabe, pero nunca la versión israelí. Por eso mismo, dentro de la población cristiana, hay ciertas reticencias hacia el estado hebreo. El teniente coronel está muy agradecido de haber podido escuchar la versión israelí, que le ha ayudado a definirse a sí mismo como arameo y no como árabe.

“Vivo aquí, vivo en el mismo lugar donde vivió Jesús, y quiero defender el país que defiende a mi gente.” Declaró “I” durante la entrevista.

Algunos cristianos creen que servir a las órdenes de un estado judío se contrapone a su religiosidad; a lo que “I” respondió que, tarde o temprano, los cristianos árabe-israelíes se darán cuenta de que el Estado de Israel defiende sus derechos a la libertad de culto, y que precisamente son las autoridades israelíes las que impiden que se produzcan ataques impunes con tanta constancia y violencia como suceden en los países árabes con los que comparten fronteras.

“Muchos de nosotros miramos alrededor, miramos lo que le pasa a los cristianos, si me toca morir aquí lo haré peleando por este país donde los cristianos viven en libertad, mi país. Si Israel no estuviera aquí, no creo que los cristianos estuvieran viviendo en estas tierras.”

29 de Julio de 2019, lunes.

Año I. Día 162. Artículo 199.