El retiro de vehículos antiguos de servicio público es un sueño, pues la vida después de la chatarra, sí existe. Los usuarios hacen observaciones como: Carrocería en mal estado resaltando los asientos o hasta encontrándose con partes del piso que no existen poniendo en grave peligro la integridad física; en la contaminación del aire este sector es quien aporta más, añadiéndole que los conductores consumen el combustible de baja calidad; accidentes por fallas vehiculares son consecuencias de la irresponsabilidad y la no regulación de controles técnicos, que deberían priorizar las autoridades, poniendo una vez más en tela de juicio en si realizan debidamente su trabajo; el “mantenimiento” a las unidades no pasan de ser superficiales, debido a que ya no existe repuestos, es caro, y son en su mayoría vehículos alquilados, por eso se nota el descuido; y para ponerle la cereza al pastel está la anti higiene de cobradores, choferes y pasajeros, haciendo que cada viaje sea una mezcla de olores, empujones, gritos estresantes y contaminación; pero se elige este servicio de todas formas ya sea por “necesidad” o “ no hay de otra”, llevándonos a interrogantes como: ¿Por qué siguen circulando vehículos de “la segunda guerra mundial”? ¿Influye en el turismo y aspecto de las ciudades? ¿Cambiar el parque automotor modificará el caos de horas punta? ¿La fiscalización de las autoridades es solo un mito?
Si bien en diciembre del 2018 venció el plazo para que los vehículos antiguos sigan operando, los transportistas han ideado formas de alargar el plazo, justificar y demostrar, una vez más, que no hay pronunciamiento o interés de la población, ya que no es solo los “buses o combis”, es una crítica social del comportamiento de choferes, cobradores y usuarios, que utilizan paraderos informales, suben a la mitad de la pista, conviven con gritos de “baja-baja, pisa-pisa”, y únicamente se limitan a criticar pero no buscan un cambio en cada uno de estos aspectos, entonces al final del día pasan a ser solo malas experiencias. Las declaraciones de las autoridades solo tratan de apaciguar sus responsabilidades, como “habría que evaluar eso”, “dejemos a los especialistas que lo analicen”, sin embargo, existe un cronograma y ordenes municipales que solo se aplazan, dejando más interrogantes.
La única manera de poder mejorar el transporte público con sus unidades arcaicas, es participar en la fiscalización ciudadana, exigiendo y haciendo respetar los derechos, rompiendo de esta el círculo vicioso, para trabajar en conjunto con autoridades.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.