Ensuciar el hábitat natural del ser humana es como intentar destruir nuestro propio hogar. Es querer volver inhabitable el lugar donde nos refugiamos.
Si ensuciamos el aire, nos afecta los pulmones. Varios estudios han indicado que en grandes ciudades donde existe un exceso en la contaminación de su aire, sus habitantes son más propensos a contraer problemas respiratorios.
Se trata de un círculo vicioso. Contaminar afecta directa o indirectamente a la salud humana. Si se contamina el suelo, no se puede producir los alimentos necesario que necesita la humanidad, si ensuciamos el agua no tendríamos el liquido vital para mantener la vida, y si también se altera la composición del aire, aunque tengamos los otros dos citados, tampoco nos libramos de quedar afectados por los efectos abusivos de la contaminación.
Una de las consecuencias más importantes de la contaminación es el conocido como "calentamiento global". Como indica la frase, el planeta está adquiriendo una temperatura superior a la normal, todo como consecuencia del mal accionar del hombre en materia ecológica. El deshielo de los polos es una realidad preocupante que debe poner en marcha a los gobiernos a tomar medidas de precaución ante este fenómeno.
Sin embargo, evitar o reducir los efectos negativos tampoco es tarea exclusiva de los politicos. Es en realidad un esfuerzo conjunto entre las autoridades y la ciudadania misma.
La falta de una conciencia colectiva acerca de esta problema solo irá empeorando las cosas para el planeta en que vivimos. Y eso es lo paradojico, que no somos capaces de cuidar el lugar que nos permite la vida.