Propuesta para la creación de creadores originales.

Cuando nos proponemos seleccionar  la educación de nuestros hijos, muchos padres recurren directamente a la educación pública, sin darse la oportunidad de analizar las demás propuestas educativas, las cuales muchas veces se basan en teorías de aprendizaje distintas, lo cual conlleva a distintas formas de educar. En este caso nos enfocaremos en las propuestas basadas en la teoría de Jean Piaget, pero primero hemos decidido exponer los conceptos básicos de la teoría para una  mayor comprensión.

 A su teoría la llamó psicogenética. Esta se basa la afirmación de que el desarrollo del conocimiento se construye de manera progresiva de acuerdo a sus propias leyes, desde el nacimiento a lo largo de la vida, atravesando diferentes etapas antes de llegar a ser adulto.

Según Piaget “la inteligencia es la adaptación por excelencia, el equilibrio entre asimilación continua de las cosas a la propia actividad y la acomodación de esos esquemas asimiladores a los objetos”.

 Él empezó a explorar la forma en la que los niños crecen y desarrollan habilidades del pensamiento, con sus propios hijos, consideraba que el desarrollo cognitivo es el resultado combinado de la maduración del cerebro, el sistema  nervioso y la adaptación del ambiente.

Empleó cinco términos fundamentales para describir la dinámica del desarrollo:

❖    Esquema: representa una estructura mental, patrón de pensamiento que una persona utiliza para tratar una situación específica en el ambiente

❖    Adaptación: es el proceso por el cual los niños ajustan su pensamiento al incluir nueva información que promueva su comprensión

❖    Asimilación: consiste en adquirir nueva información e incorporar en los esquemas existentes en respuesta a los nuevos estímulos del ambiente

❖    Acomodación: es lo que permite que la nueva información se ajuste creando nuevos esquemas

❖    Equilibrio: significa alcanzar un balance entre los esquemas y la acomodación. El proceso de equilibrio es lo que impulsa al niño por las etapas del desarrollo cognoscitivo.

A raíz de esta concepción, Piaget formula el proceso de desarrollo de la inteligencia a partir de la división del mismo en cuatro períodos (la edad solo es aproximada), cada uno de los cuales supone un avance en relación con el anterior: 

●     Estadio sensorio-Motriz (0 a 24 meses): Inteligencia Práctica, se caracteriza por un modo particular de conocer el mundo a través de esquemas de acción que involucran los cinco sentidos y los movimientos reflejos, los niños aprenden a coordinar las actividades sensoriales con la actividad física y motora. Este mismo se subdivide en seis subperíodos, los cuales explican cómo en el primer mes el niño solo presenta conductas reflejas como la succión y la prensión (primer subperíodo), luego desde el primero hasta llegar al cuarto mes, el niño comienza a interactuar con su cuerpo, con la seguida repetición de una misma acción, la cual, este psicólogo, denomina  “reacciones circulares primarias” (segundo subperíodo). En la etapa posterior denominada “reacciones circulares secundarias” que va desde los cuatro a los ocho meses, se realizan acciones circulares pero esta vez sobre objetos (tercer subperíodo), luego el niño desde los ocho hasta los doce meses comienza a comprender que puede utilizar distintos medios para llegar a un fin ya conocido (cuarto subperiodo), este conocimiento termina de consolidarse desde los doce a los dieciochos meses a través de las “reacciones circulares terciarias” (quinto subperíodo). A partir de esta interacción entre sujeto y objeto el niño al finalizar los 18 meses comprende que puede utilizar distintos medios para alcanzar un fin ya conocido, así en la última etapa de este estadio que va desde los 18 hasta los 24 meses el niño adquisición plena de la permanencia del objeto finalizando así este estadio (sexto subperíodo).

●     Estadio Preoperacional (2 a 7 años): se caracteriza por la habilidad que adquiere el niño (a) para representar mentalmente el mundo que lo rodea, es decir, su pensamiento está más desligado a la concreción de los objetos, los cuales pueden ser evocados simbólicamente con solo nombrarlos. Los niños adquieren el lenguaje, y aprenden a manipular los símbolos que presenta el ambiente. En esta etapa pueden manejar el mundo de manera simbólica pero no son capaces de establecer la reversibilidad, son egocéntricos y hacen uso del animismo (vida a los objetos) y artificialismo (los fenómenos naturales los produce el hombre) y poseen un pensamiento centrado e intuitivo.

●     Estadio de las operaciones concretas (7 a 11 años): muestran mayor capacidad para el razonamiento lógico, aunque limitado a las cosas que experimenta realmente, realizan operaciones mentales como: clasificación, seriación, inclusión de clase, comprenden el principio de conservación, las relaciones y las cantidades. pensamiento social, descentrado.

●     Estadio de las operaciones formales (11 en adelante): son capaces de emplear la lógica propositiva en la resolución de problemas hipotéticos, para derivar conclusiones, hacen uso de razonamiento inductivo y deductivo. A su vez pueden emplear lenguaje metafórico y símbolos algebraicos.

Esta teoría es aplicada en las propuestas educativas piagetianas a partir de una Pedagogía Constructivista, donde el aprendizaje se viabiliza como construcción particular de cada ser humano; una didáctica cuyo propósito es sobrepasar la simple adquisición de conocimientos y mediar procesos por los cuales el niño construya su propio conocimiento a través de la experiencia, del contacto físico y de todas las condiciones internas y externas vinculadas a su desarrollo cognitivo. Esto significa, que se basan en una didáctica personalizada, que al estar apoyada en las características y formas de pensar de cada individuo, posibilita resolver problemas del conocimiento mediante debates, discusiones, refutaciones y principalmente, actividades investigativas donde el estudiante construye esquemas conceptuales originales.

Estas ofertas reconocen la existencia de una evolución, en el sentido que toda información intelectual no es buena igualmente para cualquier edad, esto se debe contextuar a partir de los intereses y necesidades de cada estadio. Significa también que el medio en el que se encuentra el niño puede desempeñar un papel decisivo en el desarrollo del espíritu, que el desenvolvimiento de los diversos períodos no queda determinado en lo referente a las edades ni a los contenidos mentales; que métodos apropiados pueden aumentar el rendimiento de los alumnos y acelerar el crecimiento espiritual sin perjudicar su consolidación.

Dicha pedagogía postula que la enseñanza debe permitir que el estudiante manipule los objetos de su ambiente: transformándolos, encontrandoles sentido, grabandolos en sus diversos aspectos y experimentando hasta que pueda hacer inferencias lógicas y desarrollar nuevos esquemas y estructuras mentales.

Después de haber analizado esta propuesta y adoptando una postura imparcial, el optar por una enseñanza piagetiana podria significar para los niños una manera mucho más personalizada e independiente de crear y desarrollar ampliamente sus conocimientos.

Otro punto a favor  de esta manera de enseñanza, sería la seguridad y confianza que podrá establecer el niño con sus maestros y grupo pares como consigo mismo lo que facilitará su capacidad creativa, el placer por explorar y conocer, y la participación en actividades colectivas.