¿Plagio o casualidad?

Las bandas sonoras llevan mucho tiempo en nuestra vida cotidiana, aunque no nos fijemos, igual que las películas. En el mundo audiovisual son muchas veces cuando los argumentos de las filmaciones se repiten o se van haciendo versiones ajustadas a la época, eso es a causa de que las ideas pueden ser parecidas o incluso inspirarte en otra idea, y pasa lo mismo en las bandas sonoras.

En una película cuando hay una escena romántica siempre tienden a tener las mismas características musicales, es decir, que sean lentas, que transmitan y que emocionen, en cambio si hablásemos de una escena de terror la partes que le acompañaría sería de misterio, algo que nos transmitiera inseguridad. Por eso es muy posibles que, si la trama de una película es igual que otra, la banda sonora sea parecida.

Podemos encontrarnos el caso que el compositor tenga un sello propio, lo que significa es que en todos sus temas siempre habrá algo igual para distinguirlo de los demás y que sea como una firma. También existe la posibilidad de querer alagar algún autor y basarnos en su obra como inspiración.

Por otro lado, un caso de plagio sería si hay más de siete compases seguidos que se repiten. Decidir si es plagio o no es un proceso complicado que lleva creando debate desde hace mucho tiempo. También debemos de ser conscientes de que es difícil inventarse una melodía que ya no exista