Córdoba. Hoy hablamos con Peio Garcés, reportero gráfico y técnico de vídeo que ha trabajado durante 20 años en el sector audiovisual
para emisoras como Canal Sur, RTVE, Antena 3 o Telson y, que hoy, narra para EL PISTOLERO SOLITARIO un proyecto audiovisual un tanto
"surrealista" organizado por la Junta de Adalucía.
"En 1995- narra Peio- un locutor de radio y publicista freelance de Sevilla llamado Felipe Bartelt me ofreció participar en una expedición audiovisual
organizada por la Junta a Mérida, Venezuela y contactar con una tribu amazónica de allí. Me dijo que llevaríamos chaquetas de explorador
patrocinadas por Caja Duero y el equipo lo compondríamos él, un antropólogo, una médico, un concejal del Ayuntamiento de Córdoba y un experto en marketing.
El objetivo era realizar un reportaje sobre unos indios amazónicos y luego organizar una exposición en la Biblioteca de Sevilla.
"Decidí aceptar y me puse en calidad de realizador, contratando de esta forma a un cámara catalán llamado Lucas Reoyo. Decidimos partir el 20 de Agosto
quedando todos en el municipio madrileño de Navalcarnero.
Nos reunimos allí y se me cae el alma a los pies al ver al "equipo": El supuesto antropólogo era un profesor de Lengua y Literatura de un instituto de Burgos,
más chulo que un ocho y súper prepotente y parado. El concejal era uno que estaba en el PSOE como candidato independiente y ostentaba la concejalía
de Juventud y Tiempo libre. El experto en marketing era un pastillero que frecuentaba after-hours y que tenía contactos en Venezuela para pillar
zarpa y meterse unas cuantas "tusas". Y la médico era una psicóloga que nos dejó claro que no quería nada sentimental con nosotros...Pero había que verla a ella.
"LLegamos a Caracas y luego a Mérida. En aquel entonces Venezuela era un estado democrático y los reportajes y las visitas eran más fáciles.
Durante las entrevistascon los mandatarios de Mérida, el profesor demostró ser un imbécil con una prepotencia que rebosaba lo normal y ofensivo
y el concejal sinceramente no pintaba nada allí. Cuando recibíamos las condecoraciones, el de marketing previamente se había fumado chinos en los
retretes públicos y el líder de la expedición no sabía como dirigirnos. Lucas y yo nos echábamos las manos a la cabeza.
"Pero lo peor fue al llegar al pueblo y preparar la expedición a la selva. Felipe decide que en lugar de comprar alimentos enlatados y en polvo, lo ideal
para expediciones e incursiones, decide que nos alimentaremos a base de pasta y arroz y que cazaremos animales. Cuando se enteraron los indios, se burlaron de nosotros
y nos dijeron que ellos llevaban 2 meses sin conseguir comida. Al segundo día de acampada, la psicóloga sufrió un bajón y una depresión y, desesperada,
anunció que quería largarse de allí. Total, que la mandamos a través de una ONG para Caracas y nosotros seguimos filmando a los indios sin apenas comer en
varias semanas y provocando un enfrentamiento protagonizado por Bartelt y por mí."
"Pero la cosa no quedó ahí porque , al llegar a Andalucía, el de marketing me pide las fotos y cintas grabadas para montar la exposición. Viendo
de que pie cojeaba, le doy sólo 4 cosas y monta una exposición chapcera con esas 4 cosas y fotos sacadas de Internet que ni siquiera eran nuestras. Eso provocó un artículo
muy duro escrito por un novelista y columnista de Málaga. Y lo peor de esta expedición por mi parte es que fuí allí sin cobrar un duro."
Ha hablado Peio Garcés para la sección "TESTIMONIOS" (El Pistolero Solitario)