Afirmar que el enjuague bucal puede prevenir que te infectes o evites la transmisión del virus SARS-CoV-2, porque sus componentes podrían inactivar el patógeno es engañoso y puede provocar que relajes las medidas sanitarias que sí reducen el riesgo de un contagio.
En mayo pasado algunos medios informativos publicaron la noticia de que un equipo de investigación científica estudia la efectividad de los enjuagues bucales para combatir, además de las bacterias que causan el mal aliento, al virus que provoca la COVID-19
Si bien es cierto que el día 14 de ese mismo mes la revista Function, de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, publicó un estudio al respecto, la forma en la que fue expuesto en las notas tiene imprecisiones que es importante rectificar.
Por ejemplo:
Según los medios, los expertos “creen” que los ingredientes de enjuagues bucales, como el alcohol, povidona yodada, clorhexidina, peróxido de hidrógeno y cloruro de cetilpiridinio, podrían impedir la replicación del SARS-CoV-2 y prevenir la transmisión de la infección al romper la membrana lipídica (de grasa) que recubre al virus antes de que se adentre en el organismo.
NOTICIA DESMENTIDA
En realidad, el estudio revisa a detalle investigaciones previas de los efectos antisépticos de los componentes de los enjuagues bucales contra virus que tienen envolturas lipídicas como los herpesvirus, los ortomixovirus, los paramixovirus y otros tipos de coronavirus, sin incluir aún al SARS-CoV-2.
Con base en esos antecedentes sugiere que el producto podría considerarse un potencial agente para reducir la trasmisión del patógeno, pero aclara que falta realizar los experimentos correspondientes que avalen la hipótesis.
Incluso, el documento advierte que el enjuague bucal no debe promoverse como una tratamiento o medida para prevenir el contagio del nuevo coronavirus.
Sobre el tema, la investigadora en inmunología viral de la Universidad Autónoma del estado de Morelos, Vanessa López Guerrero, explicó que tendría que evaluarse por cuánto tiempo duraría el efecto de desinfección causado por el enjuague bucal.
Es decir, no es como usarlo en la mañana o tres veces al día y tener con ello la garantía de protección por horas como algunas marcas ofrecen que pueden hacer contra el mal aliento.
De hecho, el mismo estudio advierte que si usara muchas veces al día, podría llegar a tener un impacto en la salud del tejido de la garganta al inducir inflamación de la mucosa.
“El riesgo de recomendar a los enjuagues bucales como un tratamiento preventivo de contagio es que la gente los use en exceso” y como son irritantes pueden dañar la mucosa respiratoria que nos protege e incluso modificar el ecosistema natural de bacterias que tenemos en la garganta, lo que puede crear susceptibilidad a otras infecciones, expuso.
Además, estos cambios en la mucosa de la boca y garganta y los componentes del enjuague pueden alterar las muestras que se tomen para pruebas virales y, por tanto, los resultados de estas.
“Creo que no se debe de recomendar su uso ni para prevención, ni para tratamiento de COVID-19 porque no están hechos para eso.
Si la gente está acostumbrada a usarlos de forma cotidiana que lo sigan haciendo, pero como un hábito más de higiene”, enfatizó López Guerrero.
2.- https://academic.oup.com/function/advance-article/doi/10.1093/function/zqaa002/5836301
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