Se llama clamidia y al igual que en los humanos es tratable con medicamentos, pero necesita una observación de varios meses.
El koala solo vive en Australia y es un importante símbolo del país, junto al canguro. Pero el número de ejemplares está cayendo y la supervivencia de los koalas está amenazada por varias razones, dentro de las cuales está la enfermedad de transmisión sexual llamada clamidia.
Los hospitales veterinarios son hoy en día uno de los lugares donde es más fácil ver un koala. A unos 80km al norte de Brisbane, en el hospital de vida salvaje Australia Zoo Wildlife Hospital, Penny yace adormecida con anestesia.
“Ya es una chica grande, creo que tiene más de 10 años”, dice la cirujana veterinaria Amber Gillet, mientras le pone un gel de ultrasonido y mira a la maquina. Está observando la vejiga, buscando síntomas de clamidia.
Afuera, el hospital tiene varios recintos al aire libre donde están ingresados los koalas y estas zonas están casi llenas todo el año. El año pasado Gillet y su equipo trataron a unos 300 koalas por clamidia. Este año siguen igual de atareados.
En los humanos la clamidia en una enfermedad de transmisión sexual común. Una cepa distinta que también se puede transmitir por contacto sexual infecta a los koalas y está causando una epidemia devastadora entre su población.
En algunas partes de Australia el 90% de los koalas están infectados de esta enfermedad que afecta tanto a machos como hembras, e incluso a los más pequeños, que se contagian cuando maman de sus madres dentro del saco, durante sus primeros seis meses de vida.
La clamidia puede causarles ceguera e infertilidad, y también puede ser fatal. Esta enfermedad la sufren también otros animales, aunque en menor grado, pero los expertos no saben por qué la clamidia afecta más gravemente a los koalas.
Tratamiento.
Como en los humanos, es tratable con antibióticos. Eso implica mantener a los koalas en cautividad durante la duración del tratamiento, normalmente varios meses, antes de soltarlos en su hábitat natural.
En un bosque de eucaliptos cerca de Brisbane una koala llamada Maggie se cuelga de un árbol a unos 6 metros de altura. Hace un par de años Maggie fue tratada en un hospital. Su útero estaba infectado de clamidia pero los veterinarios lo detectaron a tiempo y le dieron antibióticos.
“Desde entonces tuvo dos hijos y esperamos que tenga un tercero en estos momentos, así que su caso ha sido exitoso”, le dijo a la BBC el biólogo Jon Hanger. Pero no siempre hay un final feliz. Muchos koalas tienen que ser sacrificados y aproximadamente la mitad de las hembras son estériles, lo cual hace que nazcan menos ejemplares.
Los expertos dicen que es difícil calcular el número total de koalas que hay en Australia, pero estiman que existen entre 50.000 y 100.000. En algunas zonas la población ha caido en un 80% durante la última década. El año pasado el gobierno australiano catalogó los koalas de Queensland, Nueva Gales del Sur y el Territorio Capital Australiano como especies amenazadas.
Algunos conservacionistas advierten incluso que la especie podría enfrentar la extinción si no se toman más medidas para protegerla. Pero la amenaza que ensombrece su futuro no es sólo la clamidia. Muchos koalas mueren en atropellos de autos o en ataques de perros. Otros son expulsados de su hábitat por al crecimiento urbano.
Y otros sucumben ante un retrovirus que, como el VIH en los humanos, suprime el sistema inmunológico en los koalas, con un efecto devastador.
Muchos koalas se quedan huérfanos, pero un pequeño ejército de voluntarios comprometidos los cuidan hasta que son lo suficientemente grandes como para sobrevivir por sí solos. Pero quizás el éxito a largo plazo en la lucha contra estas enfermedades sólo se pueda dar si se previene el contagio.
Buscando una vacuna.
Un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT por sus siglas en inglés) y del Museo de Australia descrubrieron hace poco el gen IFN-g, clave para entender el sistema inmunológico de los koalas.
Esto debería ayudarlos a entender cómo y por qué los koalas responden como lo hacen al retrovirus y a la clamidia. Y ahora esperan poder iniciar muy pronto las pruebas de una nueva vacuna contra la clamidia en koalas salvajes.
Según el microbiólogo que la desarrolló, Peter Timms, de QUT, la vacuna no está totalmente perfeccionada, pero es un comienzo para empezar a salvar vidas. Y si esta vacuna es exitosa, dice Timms, también servirá de modelo para el desarrollo de una vacuna contra la clamidia en humanos..
AUTOR: Revista Veterinaria Argentina
NOTICIA INCORPORADA POR: Arturo Reyes Celaya
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