Una niña con un alma tan pura, con una belleza sin igual, incapaz siquiera de contaminar la naturaleza del Departamento de Risaralda, aferrada a la vida que la madre tierra le ha otorgado, y que indiscutiblemente la escoria y maldad humana ha manchado.
Un ser cuya inocencia la llevó a alejarse unos pocos metros de donde se encontraba su corazón, su familia, lo más preciado para ese torrente de alegría. La bondad que desprendía cuando sonreía maravillaba a su familia y como un acto del mismo se dirigió a recoger unas guayabas para mostrar su afecto a su amada hermana Felicinda, llena de emoción por obtener los frutos más maduros y dulces para deleitar los paladares de sus seres queridos. Corriendo y riendo fue demasiado lejos, pero cómo una alma sencilla de tan solo doce años iba a predecir o siquiera pensar en que unos monstruos querian viciar su alma, siete aberraciones del mundo coincidieron en el mismo lugar, siete almas podridas y llenas de maldad, siete almas que profanaron su cuerpo y quebrantaron su espíritu.
Los lazos más fuertes que esta criatura pudo forjar estaban angustiados, preocupados y ansiosos, puesto que la razón de su alegría aun no volvía a ellos, su motivo de vivir, la brisa que transmitía paz estaba ausente aquella noche, sin dar espera emprendieron la búsqueda de aquella niña de piel morena y mejillas rosadas.
El tiempo suele ser algo subjetivo, para algunas almas pasa demasiado rápido, se escapa de las manos, para otras cada segundo avanza más lento que el paso de un caracol y para la niña indígena fueron las quince horas más largas y tormentosas de toda su vida, las siete perversas almas la privaron de una infancia feliz y dichosa. Amargos recuerdos que se quieren olvidar, que si existiera la opción preferiría eliminar, pero esta no era una elección para Emberá. Tomó el valor que en lo más profundo de su alma yacía dormido y dirigió su rumbo al lugar donde se encontraban los sujetos más despreciables que probablemente se cruzaron en su vida.
A través de una denuncia penal, inició un extenso y abrumador proceso en el cual este ángel fue la protagonista. Una historia sanguinaria y terrorífica, que lo mínimo que exige es justicia en este plano terrenal ante los pecados cometidos por estos soldados.
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