LA LEYENDA DEL LAGARTO DE JAÉN, SÍMBOLO DE LA CIUDAD

Os traemos la leyenda más famosa e icónica de la ciudad de Jaén, se trata de la Leyenda del Lagarto de Jaén o Lagarto de la Magdalena, ya que es el nombre del barrio donde nace esta leyenda. Es uno de los símbolos de la ciudad, incluso está presente arquitectónicamente en una fuente en su honor. También es representado en las cabalgatas e incluso hay un festival llamado Lagarto Rock. 

Según el mito, existía un lagarto muy grande que habitaba en una cueva junto a la fuente del barrio de la Magdalena, y este se comía a quien se acercara al manantial a por agua. Por tanto, intentaron buscar una solución al problema. Existen tres versiones diferentes de la muerte del reptil:

 •    El preso y los panes:

Un preso condenado a muerte solicitó su libertad a cambio de matar al lagarto. Tal era la desesperación de los vecinos que se le concedió la oportunidad de intentarlo. Para ello, solicitó un caballo, un saco de panes calientes y otro con pólvora. Por la noche, el preso se presentó junto a la cueva y fue dejando una hilera de panes. El animal se despertó y se los fue comiendo tras el preso, que seguía lanzando panes mientras huía a caballo. Al llegar a la plaza de San Ildefonso, en lugar de un pan le lanzó el saco de pólvora, que el animal devoró del mismo modo y, acto seguido, explotó. Esta versión es la más cercana a la realidad, ya que en la Iglesia de San Ildefonso durante mucho tiempo se expuso una piel de reptil. 

•    El pastor y la piel de oveja:

Un pastor, harto de que el lagarto se comiera a sus ovejas, ideó como acabar con el lagarto. Mató a una de sus ovejas, le vació las entrañas y la rellenó con yesca encendida. El reptil, al oler la sangre del cordero, lo engulló y murió al ser abrasado en su interior por el festín de yesca que llevaba su presa. 

•    El caballero y los espejos: 

Los vecinos fueron a pedir ayuda a un guerrero, que se preparó para la ocasión con una armadura hecha de espejos relucientes. Al acercarse al lagarto, el sol reflejado en los cristales cegó al animal. El caballero aprovechó ese momento para atravesar al monstruo con su espada. Atravesó al animal con tanta fuerza, que tropezó con una piedra y cayó por un terraplén. 

Con respecto a las versiones del reptil muerto por explosión, surgió el dicho de "reventar como el lagarto de Jaén". 

El día 2 de julio de 2009, la Leyenda fue declarada como uno de los diez Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Desde entonces, el Ayuntamiento de Jaén decidió declarar el 2 de julio como Día del Lagarto de La Magdalena, y es costumbre la preparación de un brebaje llamado “la sangre del lagarto”.