Esto es un proyecto desarrollado por el grupo Takao Someya de la universidad de Tokio. Tiene como finalidad monitorizar la salud del portador, siendo ultra fina y liviana, es como si no estuviera ahí.
Logra adherirse a la zona del pecho mediante un proceso de pulverización de agua, permitiendo así, llevarse por una semana.
Esta fabricada con alcohol polivinilico y una capa de oro, haciendo posible que funcuione como un sensor pórtatil capaz de captar señales como los latidos del corazón y los impulsos electricos que envian los nervios para el movimiento muscular.
Aún esto no se ha sometido a ensayos clinicos, sin embargo, debido a su flexibilidad y capasidad de auto reparación, es totalmente prometedora para comenzar a implementarse en róbotica, protesis y en estudios médicos.