Las vacunas contra el Covid-19 de AstraZeneca enviadas de Estados Unidos a México fueron elaboradas en una planta a la que las autoridades estadunidenses ordenaron suspender su producción por serias faltas sanitarias al investigar cómo contaminó millones de dosis de una vacuna de otra empresa, pero la farmacéutica aseguró que los lotes enviados a México fueron verificados bajo las normas requeridas.
En un comunicado, un vocero informó que en marzo el gobierno de Estados Unidos le ordenó a la empresa enviar lotes de lo contratado para Estados Unidos a México y Canadá.
«Podemos confirmar que los lotes de las vacunas de COVID-19 de AstraZeneca manufacturados en la planta de Emergent que fueron entregados a México y Canadá cumplieron con los requisitos rigurosos que estamos obligados a seguir. Exámenes de seguridad y medidas de control de calidad requeridos fueron realizados en cada paso del proceso de producción. Todas la verificaciones fueron realizadas antes de liberar los lotes. La información de calidad de las plantas de manufactura involucradas fueron sometidas de manera apropiada a las agencias reguladoras en cada país para apoyar la autorización y aprobación de los envíos desde esta cadena de suministro», declaró la empresa.
Un informe del FDA emitido esta semana critica a Emergent por su falta de realizar una investigación a fondo sobre la contaminación de las vacunas, y también señaló problemas sanitarios en sus procesos de producción, incluyendo condiciones sucias, faltas en procedimientos de producción, condiciones físicas no sanitarias y personal mal capacitado.
Por ahora todas las vacunas producidas y aún no distribuidas en la planta están en cuarentena, y la producción de más está suspendida, poniendo severamente en duda si Johnson & Johnson podría cumplir con su compromiso de entregar millones de dosis al gobierno federal.