El Día de Todos los Santos es una festividad cristiana que rinde homenaje no solo a todos los santos que han existido a lo largo de la historia, sino también a todas aquellas almas que ya han pasado el purgatorio y se encuentran en el reino de los cielos.
Una de las tradiciones más arraigadas es ir en familia al cementerio y llevar flores a los seres fallecidos. Este año, en Salou, se han podido unir a la tradición las familias que han pasado por un duelo perinatal, perdiendo un hijo durante el periodo de gestación, durante el parto o al poco tiempo de nacer.
El espacio habilitado en el cementerio de Salou reza la siguiente inscripción “Espacio en memoria de todos los bebés que siempre iluminarán nuestra vida y perdurarán en nuestros corazones”.
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