LAS VERDADERAS RESISTENCIAS ENEMIGAS A LA DEMOCRACIA. Desempapelando el presente.

A medida que se acerca el final del periodo de mandato del presidente Morales  los políticos tradicionales considerados de derecha y oposición al proceso de cambio y transición del estado plurinacional boliviano no paran sus intentos de volver a las arcas del gobierno ellos inmersos en todo tipo de manifestaciones de diferentes sectores actúan fustigando, confrontando a todos los sectores con el gobierno evitando así a que no se den iniciativas de concordia, convivencia, entre ideas, percepciones y propuestas diferentes.  Esta clase de políticos, no solo velan armas para la cita principal del momento electoral sino que acumulan medios, diseñan estrategias de inestabilidad, desestabilización y desprestigios  con la única finalidad de sacar ventajas en las próximas elecciones.

La puesta en marcha de nuevas normativas para el mayor control y fiscalización en los principales sectores institucionales públicos del país como en el sector salud por ejemplo donde se están haciendo fuertes resistencias al artículo 205 del nuevo código penal que sanciona la mala praxis médica los médicos,  insertos en paros, marchas, huelgas ya por más de 35 días, todo con la única finalidad de evitar el control a sus sociedades corporativas y organizaciones afines.

Por ello desde mi punto de vista crítico la democracia y la participación ciudadana en general de nuestro país se está viendo mermada confundida y mal informada porque también muchos medios informativos hacen un trabajo sesgados y poco congruentes con la verdadera fuente de información, por otro lado está el poder de influencia que tienen las redes sociales en la juventud, y son usadas para manejar, manipular conductas mostrándote falsa información que si no investigas terminas creyendo, apoyando intereses de grupos y partidos de particulares, razón por la que hace impensable poner orden al caos sino que por el contrario se añaden argumentos para incrementar la mecánica de los conflictos.

Por lo tanto se tendría que exigir que los derechos que protegen la unidad nacional y la integridad de nuestro país se mantengan vivos, mas allá de las batallas que se están librando por conservar los privilegios de unos sobre los derechos de otros o hacerse del poder político entre tirios y troyanos.

“Y para saber reconocer a las resistencias perjudiciales a la democracia y al conjunto de la sociedad hay que saber nombrarlas.”