Además de los múltiples sucesos del día a día a los cuales se les atribuyen las turbulencias en el mercado, caídas en ventas, eventual recesión, unido a factores de contexto tales como la globalización, presión por información inmediata, rápido cambio tecnológico y aumento de la competencia, cada vez más empresas se ven envueltas en situaciones que no saben cómo resolver. En ese mar turbulento se encuentran hoy empresas de diferentes sectores económicos del país.
Después de este panorama, nos dimos a la tarea de consultar: ¿Qué han hecho las empresas en la historia reciente de las crisis en Colombia?; ¿Es acabar las compañías la única alternativa? Edgar Suárez Ortiz, socio fundador de Suárez Consultoría y Carlos Suárez Bohórquez, Director del área de Direccionamiento Estratégico, miembros de una firma interdisciplinaria que ha liderado reestructuración de compañías por más de 25 años nos explican: “Cuando los empresarios creen que el barco (su empresa) ya no tiene opciones para salvarse, aparecen en el panorama diferentes alternativas que pueden preservar la compañía como fuente generadora de riqueza, empleo y bienestar para la comunidad y los diferentes grupos que se relacionan con ella”.
Hay síntomas que ayudan a determinar que algo en la empresa no está andando bien: conflictos entre socios, administradores y acreedores; alto endeudamiento; obligaciones no atendidas con trabajadores, DIAN, Bancos, proveedores; baja rotación de cartera e inventarios y constantes problemas de flujo de caja son alertas que se deben tener en cuenta para analizar y enderezar el rumbo, desafortunadamente ante estos síntomas la actitud de muchos empresarios es la de negar o huir del problema”, afirma el abogado.
¿Alternativas? … Hay muchas, nos explican que, frente a las alternativas comúnmente encontradas, en las que el empresario decide ignorar o huir del problemas, podemos encontrar estrategias sanas y efectivas que permiten enfrentar las más duras situaciones: proceder a planear e implementar una Reestructuración Interna, una Negociación Parcial de la deuda con sus principales Acreedores vía un Acuerdo Privado, proceder a la Venta parcial o total de su negocio, o encontrar nuevos Inversionistas o aliados bajo la figura de emisión de acciones, escisiones y/o fusiones. Adicionalmente, en casos más complejos, se puede hacer uso de las Herramientas Jurídicas que la ley colombiana prevé, tales como la Validación de Acuerdo de Extrajudicial de Reorganización (Art. 84 L 1116), la admisión a un Proceso de Reorganización Empresarial o, en una última instancia una Liquidación privada y/o judicial”.
En su experiencia, Edgar Suárez Ortíz ha evidenciado el aforismo griego, según el cual: “ningún mar en calma hizo experto a un marinero”, por esa razón, “si salvar el barco es viable, es posible que los grupos de interés relacionados con él, puedan ayudarlo a salir a flote, enderezar su rumbo y llegar a puerto seguro. Esos grupos - accionistas, empleados, proveedores, bancos, entidades estatales...”-, pueden realizar aportes significativos, sumando experiencias en estrategias y generando valor para construir una solución incluyente y benéfica”.
Finalmente, nuestros asesores nos explican cómo esos líderes empresariales, autocríticos, con capacidad de reinventarse y de convocar a sus trabajadores, proveedores y bancos, demostraron la validez de la máxima de Henry Ford, según la cual: “El fracaso es la mejor oportunidad para comenzar de nuevo y más inteligentemente”.