He venido para ver la muerte y su graciosa red de cazar mariposas, he venido no sé por qué, un día abrí los ojos. He venido, quiero saludar de mi existencia a tantas cosas más amables, mis amigos de color celeste, los días de color variable, la libertad de color de mis ojos, los niñitos de color cera tan clara. Los entierros aburridos como tierras. La seguridad ese insecto que anula los volantes de la luz
Cuando Cernuda empieza a circular clandestinamente en España a finales de los 50, se ha publicado ya la tercera y definitiva edición de la realidad y el deseo, su corpus poético llega repentinamente por una fuerza de gravedad, moral y estética incuestionable. Aquella poesía sobre la soledad y el desarraigo, sobre el fatum trágico del amor y la muerte sobre la sensible atracción de abismo abre el camino para una nueva sensibilidad poética en la España de la posguerra.
Luis Cernuda nacido en Sevilla en 1902 en el seno de una familia burguesa provinciana, Luis se formó en medio de una moral inflexible y depresiva. Desde su primer libro perfil del aire (publicado en el Litoral). Cernuda se interesa por el vivir espiritual romántico centrado en la entraña del hambre y en el deseo como aspiración.Las rimas de Bécquer le acompañan en sus largos silencios, en el sentimiento trágico del amor.
Si la brisa estremece
En una misma onda
El abandono de los tallos finos,
Ágil tropel parece
Tanta rosa en la fronda
De cuerpos fabulosos y divinos;
Rosados torbellinos
De ninfas verdaderas
En fuga hacia el boscaje...
Aún trémulo el ramaje,
Entre sus vueltas, luces, prisioneras
De resistente trama,
Las que impidió volar con tanta rama.
EN 1925 , encuentra a Pedro Salinas y siguiendo su consejo, Cernuda se interesa por la poesía francesa contemporánea ( Baudelaire, Rimbaud) publica su primer volumen poético. Las críticas negativas confunden y desmoralizan a Cernuda al punto de convertirse en una experiencia mortificadora que determinará juntamente con problemas familiares su abandono de Andalucía.
En 1928 llegó a Madrid dónde buscó trabajo ,allí frecuentó los encuentros literarios con Vicente Aleixandre y Federico García Lorca.
Es ya Cernuda un hombre angustiado, indolente, solitario y romántico, luzida perfección de la contradicción que existe entre la plenitud y la percepción dramática. Amor placer prohibido, eternidad instante, amenazado por la muerte.
El descubrimiento de André Gide, que en cuya obra se cantan las bodas del cuerpo y el espíritu, produce en Cernuda una auténtica conmoción espiritual. Sus libros le facultan para un conocimiento de su homosexualidad inmersa en las entrañas mismas del deseo .
Comencé a descubrir una corriente simultánea y opuesta dentro de mí, hacia la realidad y en contra de la realidad, el deseo me llevaba hacia la realidad que se ofrecía ante mis ojos como si solo con su posesión `pudiera alcanzar certeza de mi propia vida, pero tenía la corriente contraria, de hostilidad y concluí que la realidad exterior era un espejismo y lo único cierto era mi deseo de poseerla.
Los acontecimientos políticos que van a asumir en España en una Guerra Cívil harán a Cernuda una herida profunda, colabora en las misiones pedagógicas que aparecen en España y durante unos meses trabaja en la embajada republica en Paris, y se adhiere a la revista OCTUBRE fundada por Alberti.
Y es que más allá de todo contexto,impera en Cernuda la razón subjetiva y la expresión extrema del dolor y la pasión , la aniquilación del tiempo.
Me parecía que trabajando en lo que siempre fuera mi trabajo siempre fué, la poesía , estaba al lado de mi tierra.
Acogido por Albert en su casa de Valencia , Cernuda colaborará en la revista AHORA de España y en 1938 a distancias del joven hispanista Richardson , tiene un visado a Inglaterra con objeto de ofrecer unas conferencias. La salida prevista por un par de meses se convertirá en el destierro final, nunca más , volvió a España.
La primera fase del exilio dura en Inglaterra , Cernuda siente la extrañeza y tiende a replegarse hacia si mismo, conflicto interior que se acentúa con la lejanía física de España y el final de la esperanza de un retorno
Ellos los vencedores de todo me arrancaron , me deja en el destierro.
un pueblo sin razón adoctrinado desde antiguo en creer que la razón de soberbia adolece y ante el qual se grita impune muere la inteligencia, predestinado estaba adorando las cadenas y que ese culto obsceno trajese a donde hoy le vemos , en cadenas , sin alegrías en libertad ni pensamiento , si yo soy Español lo soy a la manera que aquellos que pueden ser otra cosa y entre todas las cargas que al nacer yo destino pusiera sobre mí, ha sido esa la mas dura. No he cambiado de tierra porque es posible a quien su lengua une hasta la muerte, al menester de poesía.
Y es en Cambridge donde con los datos que le suministra una desafortunada experiencia amorosa empieza Cernuda el bloque poético, vivir sin estar viviendo ,a los que pertenece los 4 poemas a una sombra.
Al despertar de un sueño, buscas
Tu juventud, como si fuera el cuerpo
Del camarada que durmiese
A tu lado y que al alba no encuentras.
Ausencia conocida, nueva siempre,
Con la cual no te hallas. Y aunque acaso
Hoy tú seas más de lo que era
El mozo ido, todavía
Sin voz le llamas, cuántas veces;
Olvidado que de su mocedad se alimentaba
Aquella pena aguda, la conciencia
De tu vivir de ayer. Ahora,
Ida también, es sólo
Un vago malestar, una inconsciencia
Acallando el pasado, dejando indiferente
Al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.
En Setiembre de 1947, Luis Cernuda se traslada a los Estados Unidos, Concha Albornoz le ha gestionado una plaza de profesor Español en Massachusetts donde terminó su poemario vivir sin estar viviendo. Por Fin tras 11 años de países anglosajones, en 1951 se establece definitivamente en México, tiene 48 años y ha conocido un nuevo amor al que por espacio de unos años se dará apasionadamente tanto a nivel vital como literario, su sensibilidad delicada y enfermiza parece encontrar reposo.
Como poseído por un demonio no vacilé en tirar trabajo digno, posición de crosa y sueldo suficiente para no hablar de la residencia que en país amable y acogedor, donde la vida ofrece un máximo de comodidad y conveniencia pero el amor tiraba de mí hacia México .Con tanta más fuerza que siempre padecí del sentimiento de hallarse aislado y que la vida siempre va más allá de dónde yo me encontrara.
En México Luis Cernuda acaba la serie con las horas contadas, escribe un volumen de estudios críticos , poesía y literatura y cierra su corpus poético con el ultimo bloque significativo , DESOLACIÓN EN LA QUIMERA
Todo el ardor del día, acumulado
En asfixiante vaho, el arenal despide.
Sobre el azul tan claro de la noche
Contrasta, como imposible gotear de un agua,
El helado fulgor de las estrellas,
Orgulloso cortejo junto a la nueva luna
Que, alta ya, desdeñosa ilumina
Restos de bestias en medio de un osario.
En la distancia aúllan los chacales.
No hay agua, fronda, matorral ni césped.
En su lleno esplendor mira la luna
A la Quimera lamentable, piedra corroída
En su desierto. Como muñón, deshecha el ala;
Los pechos y las garras el tiempo ha mutilado;
Hueco de la nariz desvanecida y cabellera,
En un tiempo anillada, albergue son ahora
De las aves obscenas que se nutren
En la desolación, la muerte.
A pesar de ese intenso trabajo y de la fuerza inicial con la que cogió su estancia en México, Cernuda es un extrañado en permanente diáspora consigo mismo
Soy español sin ganas que vive como puede , bien lejos de su tierra sin pesar ni nostalgia, he aprendido el oficio de hombre duramente, por eso en él puse mi fe, tanto que prefiero no volver a una tierra cuya fe que una tiene , dejó de ser la mía, cuyas maneras rara vez me fueron propias, cuyo recuerdo tan hostil se me ha vuelto y de la cual la ausencia en el tiempo me extrañaron.
La amargura de Cernuda no procede solamente de la nostalgia, esclavo de un deseo amenazado siempre por la extinción, extraviado en un laberinto anímico y espiritual, extrañado en el exilio se recluye cada vez más en el fatalismo y la soledad hostil. Hay en sus últimos poemas una imagen árida de si mismo que demuestra su carácter intransigente y huidizo una permanente lamentación sobre la supuesta incomprensión que rodea su vida.
España ya es solamente un nombre, que no cabe en el soliloquio de quien como señal a Octavio Paz uno de los raros y mas apasionantes poetas fatales de nuestros tiempos.
Muchachos que nunca fuisteis compañeros de mi vida, adiós, muchachos que nunca seréis compañeros de mi vida, adiós, el tiempo de una vida no se para infranqueable , a un lado la juventud libre risueña a otro lado la vejez humillante inhóspita, de joven no sabía ver la hermosura, codiciarla , poseerla , de viejo lo he aprendido y veo la hermosura mas la codicia, inutilmente, seguid, seguid así tan descuidadamente, atrayendo al amor, atrayendo al deseo , no cuidéis de la herida que la hermosura vuestra y vuestra agradable inmune en apariencia a ellas, adiós, adiós manojos de gracias y donaires que yo pronto he de irme, confiado a donde anudado el roto hilo y hallaba a lo que aquí falta, lo que tiempo decir y hacer aquí no supe, adiós, adiós compañeros imposibles que ya tan solo aprendo a morir, deseando veros de nuevo , hermosos igualmente en alguna otra vida.
En noviembre de 1963, Luis Cernuda morirá, dejándonos con él, su recuerdo .
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