Despues de meses buscando un especialista que de con su enfermedad, el mandatario decidio comenzar un tratamiento en el exterior. En compañia de sus trabajadores, el presidente llego a Ginebra, con la esperanza de que esta vez si llegara a encontrar una solución a esos dolores que no soportaba mas.
Un periodista de MUNDO DIGITAL, logro hablar con el presidente despues de su llegada nuevamente al pais y donde nos conto como fue su experiencia al encontrar la cura a su enfermedad.
-"Despues de ese golpe miliar me exilie a la isla Martinica y luego decidi irme a Europa, legue a Ginebra esperanzado para encontrar la solucion a este gran dolor que me ha hecho padecer desde hace algunos años. Visite muchas clinicas en este pais y nada que daban con el chiste como se dice popularmente.Yo ta tan viejo, mi salud cada vez es mas delicada, pero aun asi se que el unico que tiene derecho a quitarme mi vida es Dios y me da la posibilidad de luchar una vez mas para mi recuperacion.", nos cuenta el presidente, con su voz entre cortada y sus ojos cristalinos de recordar que su vida quiza es tan corta como su voz. En medio de risas y llantos nos cuenta su experiencia al llegar a Ginebra y nos conto de un hombre extraño que cambio la percepcion que tenia de las personas.
-"Ese dia que llegue a Ginebra, me encontre con un hombre extraño en una cafeteria, me miraba como si quiza hubieramos tenido algun tipo de relacion, pero yo echaba cabeza a ver si depronto lo recordaba pero no nada que podia."-
"de pronto este sujeto se me acerca y yo quede un poco sorprendido al escucharle hablar, sentia que me venia siguiendo en todo mi recorrido y me alcance a asustar le cuento. Despues de reconocer su voz, recorde que este hombre es un compatriota mio, ex militante de mi partido. Recorde a Homero rey, claramente asi era el. Ahpora lo encontre trabajando en el hospital donde me estan atendiendo, manejando las ambulancias, que ironia, la vida es un pañuelo y donde menos pienso encuentro a personas que hace rato no veia y menos recordaba" con una gran carcajada acompañada de una tos seca, recuerda el presidente. "Homero senti que me debia a mi mcuhas cosas, y no paraba de agradecerme por todo lo que yo le habia dado en los tiempos de guerra. Fui a su casa despues de una invitacion a almorzar junto con Lazara, su esposa. Sentia que no me quedaba mucho tiempo de vida y por eso quiso darme de su ayuda en retibucion a lo que en el pasado hice por el. Su esposa era algo desconfiada conmigo y pretendia que yo les ayudara economicamente para su vida diaria, lo que no sabian era que yo estaba casi igual a ellos, sin mucho que dar. Ella me exigia que debia pagar a Homero por todo lo que hizo en esa epoca en su vida militar. Yo estaba en agradecimiento con el por querer ayudarme pero realmente no tenia como pagarle todo, me toco darle mis joyas, mi anillo de boda, y otras pertenencia para que fuera a venderlas y asi poder pagar la cuenta del hospital. Pude por fin recuperarme y ellos me cuidaron hasta que por fin me levante y segui en pie. Gracias a ellos pude regresar a Marsella, y les escribi una carta en agradecimeinto por todo lo brindado.". El presidente asegura que fue tan buena su experiencia en Ginebra, que tiene deseos de volver y que con sus ya 75 años desea formar nuevamente un grupo revolucionario y de hecho, Homero esta incluido alli.
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