Relojes, ropa deportiva, DVD, CD... y también fármacos. Las copias falsificadas ya han llegado al mercado de los medicamentos. En los países desarrollados, como España, donde existe un sistema de distribución bien controlado, no tienen una incidencia importante aunque en los últimos años crecen de forma preocupante. Los canales son principalmente Internet, el mercado negro de la droga y algunos gimnasios. Pero en los países en desarrollo, los medicamentos falsos ya son una plaga y un grave problema de salud pública.
La fabricación y distribución de medicamentos falsificados crece en todo el mundo; es un gran negocio. Según una investigación realizada y publicada por la revista Newsweek, esta actividad ilegal mueve anualmente en el mundo entre 6.000 y 19.000 millones de euros y supone unas pérdidas de unos 12.000 millones al año para la industria farmacéutica. El problema afecta especialmente a los países en desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en algunos países, sin regulación y donde los medicamentos se ofrecen mayoritariamente en mercados y venta ambulante, el volumen de falsificación alcanza el 60%. En el conjunto del mundo, el porcentaje de falsificaciones se sitúa entre el 6-8%
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