Dictadura de Santa Anna
El general de división Antonio López de Santa Anna ocupó la presidencia de la República 11 ocasiones, la última de ellas, es la única en la que merece en realidad, el calificativo de dictador.
A pesar de la leyenda negra que rodea su persona, Santa Anna accedió a su último mandato por expresa invitación de sus paisanos y no mediante un golpe de Estado. Tampoco se hizo del poder absoluto por medio de intrigas y amenazas.
Antonio López de Santa Anna, nació en 1794 en Jalapa, Veracruz. Muy joven ingresó a las tropas realistas destacándose por su valor.
En 1821 Santa Anna se unió a los insurgentes del Plan de Iguala. Derrocó a Iturbide en 1823 con el Plan de Casamata. A partir de entonces tomó parte en todos los acontecimientos políticos de la caótica vida independiente de México.
Ocupó la presidencia de México en 11 ocasiones y se autonombró dictador en 1853 con el título de Alteza Serenísima y Dictador Vitalicio, pero el alza desmedida de impuestos y la venta a Estados Unidos de “La Mesilla” (un millón de kilómetros cuadrados entre Sonora y Chihuahua) le ganaron en impopularidad y marcaron su decadencia.
Sus adversarios políticos lanzaron el Plan de Ayutla en 1854, por lo que Santa Anna renunció y se refugió en La Habana.
Algunas veces regreso tratando de recuperar el poder, incluso escapó a la pena de muerte en 1867 después de haber estado recluido en San Juan de Ulúa.
Sus últimos días los pasó en la Ciudad de México, murió en 1876.
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