Para vos; Docente de Religión,que te humillaron y lastimaron...

Para vos, estimada maestra o maestro de religión en las escuelas:

                                                    La labor de todos ustedes resulta de insondable importancia para la sociedad: Desde todo punto de vista es invalorable, riquísima, de muchísimo provecho para nuestros niños y por ende para nosotros, los padres, abuelos y tutores en general. Es en definitiva infinitamente valiosa para la familia y consecuentemente para la patria misma, pues significa un aporte enorme en cuanto a prevención en seguridad y contención social.

                                                    Un docente de religión que enseña en las escuelas, varón o mujer, transmite alegría y esperanza a los niños, enseña a valorar y defender la vida en gestación y la familia, protege, anima, comprende, escucha, acompaña, aconseja, educa en valores .....

                                                    Pero lamentablemente bastó que un pequeño grupo de personas aparentemente ateas, apoyadas por una influyente organización con base en Capital Federal y que apoya la legalización del aborto, se presentaran en la justicia argumentando discriminación, e hicieran cesar el dictado de tan hermosa materia dentro del horario escolar en las escuelas públicas.

                                                    Pero por otra parte, la Suprema Corte de Justicia declaró constitucional el art. 49 de la Constitución Provincial, que se refiere a las bases del Sistema Educacional, entre las cuales contempla que los padres y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban en la escuela pública la educación religiosa que esté de acuerdo con sus propias convicciones. El máximo Tribunal exhortó a las autoridades locales a instrumentar las medidas necesarias para adaptar los contenidos curriculares de la materia, como así las modalidades de su implementación de acuerdo al fallo.

                                                    Nuestros gobernantes provinciales podrían haber adoptado una modalidad horaria que pudiera ser razonable y factible, que pudiera facilitar la prosecución del dictado de tal materia u otra equivalente, sin contrariar el fallo, pues queriendo, todo en derecho es posible. Pero no, resolvieron implementar se la diera en un contra turno dificultoso de cumplimentar por la gente. O sea que quien quisiera recibir clases de educación religiosa podía hacerlo solamente si volvía a la escuela en otro turno…¡¡¡¿?!!!... todo lo cual implicaba lógicamente dobles gastos de transporte para quienes acompañaban a sus hijos, originaba las incomodidades propias de la reiteración de preparativos, el doble tiempo a desplegar para poder llevarlos y traerlos de nuevo, y todo ello por consiguiente venía a afectar sustancialmente tanto la organización hogareña como sus alicaídas economías. Fue una traba sutilmente vergonzosa que demostraba una vez más que nuestras autoridades sucumbían ante las distintas presiones, desnudando tibieza, indolencia e incapacidad  para defendernos con ahínco, a capa y espada, como corresponde, en temas tan profundamente caros para los salteños.

                                                    En una palabra separó a nuestros niños de ustedes. Los separó y privó de recibir tan noble, valiosa y provechosa enseñanza. Y nos privó también a nosotros, los padres, de contar con la tranquilidad de saber que nuestros hijos estaban en buenas manos en la escuela, pues reconocemos que vosotros, docentes de religión, constituyen el complemento ideal de la educación principal que les damos a nuestros hijos en casa.

                                                    Por eso, no debemos olvidarnos de todo este atropello que sufrimos. El pueblo de Salta no debe olvidar todo lo que pasó, toda la humillación que sufrimos, todo ese despojo ultrajante que padecimos los salteños, al vernos privados de contar con el dictado de tan valiosa materia. Todo ese despojo humillante al que fuimos sometidos de pronto nosotros los padres, y ustedes, estoicos docentes de religión, separados sutilmente de vuestros alumnos;  también por ende nuestros hijos, separados tristemente de su querida maestra o maestro de religión, a través de la argucia vergonzosa del contra turno, arteramente privados de recibir aquella enseñanza tan profundamente arraigada y querida en la provincia.

                                                    Sé cuánto han sufrido ustedes y cuánta incertidumbre y angustia padecieron por vuestro futuro laboral.

                                                    Por eso es que hemos fundado un nuevo partido político: “SALTA POR LA VIDA Y LA FAMILIA”. Lo hicimos porque queremos gobernantes que se jueguen por la familia, que defiendan la vida en gestación, que se jueguen por una educación con verdaderos valores para nuestros hijos; y no gobernantes que favorezcan en cambio una educación contaminada por la inserción de currículas extrañas y nocivas para nuestros hijos, con contenidos ajenos y contrarios a nuestra idiosincrasia de pueblo de Fe y de Paz, como ser la llamada Educación Sexual Integral, o ESI, que contiene ideología de género. Queremos gobernantes que defiendan nuestras costumbres y estilos de vida, que hagan respetar a las familias salteñas y no les den la espalda. Queremos gobernantes que valoren el trabajo del docente de religión y los apoyen y les agradezcan ese trabajo infinitamente provechoso para la sociedad, y se les reconozca  su formidable trabajo modelador de futuros hombres de bien.

                                                    Por eso, queridas maestras y maestros de religión, les pido vuestra colaboración, vuestra ayuda:

                                                    Para que nuestro partido SALTA POR LA VIDA Y LA FAMILIA se afiance legalmente y pueda participar en estas elecciones 2019, necesita del aval de 4.000 personas. Son 4.000 fichas que tenemos que llenar para poder nacer definitivamente como partido y así obtener la habilitación federal pertinente, para presentar nuestras listas de aquí en más en las distintas elecciones. Si no llegamos a reunirlas no vamos a poder participar.

                                                    Les pido entonces, concretamente, nos ayuden al llenado de las fichas, que podrían llevarlo a cabo entre sus familiares y conocidos. De esa manera, con vuestra valiosísima colaboración podremos plantar nuestra bandera en la arena política, en defensa de la vida, la familia y la educación con valores para nuestros hijos. Pueden llamarnos por favor a nuestros teléfonos y se las llevaremos a la dirección que nos indiquen.

                                                    Soy el ingeniero RENE LUIS CASTELLON, del Partido SALTA POR LA VIDA Y LA FAMILIA. Les pido por favor se unan a nosotros y nos ayuden a cambiar la historia.

                                                  Esperamos vuestros llamados, a los teléfonos 03878-15513993; 0387-155893053 ó al 0387-154120430.

                                                  Dios les bendiga. Muchas gracias.