Con la madurez del capitalismo hacia 1880, nace el imperialismo, un periodo de dominación y subordinación de algunos países sobre otros que dieron lugar a la división entre países centro y periferia, permitiendo la dominación estadounidense hacia México y otros países. Los gobiernos mexicanos se veían con la presión de insertar a México en el sistema imperialista, era la única manera de no aislar a México y promover su desarrollo económico, sin embargo, México se insertó como un país subordinado que cumplía y recibía los abusos de los países centrales y que hasta la actualidad persiste esa situación de subordinación.
Con la firma de tratados y reformas neoliberales que permiten la privatización se está entregando la nación entera en bandeja de plata a los intereses extranjeros y el sistema jurídico nacional se ha sometido a los caprichos de las grandes empresas trasnacionales, las cuales solo tienen objetivos lucrativos para sus dueños y la preservación de la hegemonía de Estados Unidos. Por otro lado el gobierno mexicano solo busca generar negocios no para las personas necesitadas que requieren de empleo si no para la oligarquía mexicana, para los más ricos del país, y con las noticias más recientes sobre los problemas actuales del país, tal parece que al gobierno actual no le importan la devaluación del peso, el aumento de la pobreza y la desigualdad, el hecho de que México no genere valor agregado, el desplome del precio del petróleo, el aumento del precio de la canasta básica, entre otros problemas que afectan principalmente a las personas más pobres por lo que solo se consideran problemas “menores”, mientras que el gobierno busca crear negociaciones sólo con los empresarios y funcionarios sin ninguna participación de la sociedad civil, en los cuales entrega los recursos nacionales a las empresas extranjeras y ponen al país entero al servicio de las trasnacionales.
Las formas de privatización actuales, son básicamente ataques directos a la soberanía nacional y una represión total de la soberanía popular pero esto puede cambiar, el triunfo de la derecha en las próximas elecciones presidenciales pueden dar un giro, si se apoya a la izquierda mexicana, si se procura la soberanía nacional, si se hace conciencia de lo que significa realmente la privatización hoy en día y con esto en lugar de empoderar a las trasnacionales en su lucha contra el pueblo mexicano, proponer un gobierno digno, que proteja la economía nacional, el medio ambiente y sobre todo el bienestar de los ciudadanos. La privatización no es del todo mala si se usa para beneficio de todo el país, por ejemplo, para administrar mejor los recursos y aumentar su desarrollo con la inversión privada, porque para aumentar el nivel de inversión no hace falta sacrificar a la nación y a nuestra soberanía, al contrario, basta con poner un alto al saqueo constante de nuestros recursos y patrimonio nacionales por las redes de corrupción financiera internacionales.
Por: Karen Hernández, alumna de preparatoria.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.