¿Ser Humano o seguir la Ley?

Como ya sabran el pueblo de Israel se organizó para luchar contra los filisteos pero estos ultimos tenian mejores armas que el ejercito de Saúl, por lo tanto, el Rey le juró al pueblo que cualquiera que probase un  pedazo de pan antes que cayera la noche y antes de que tomara venganza contra los enemigos, seria asesinado y maldito. Todo el pueblo prometió y juró ante Saúl que no iba a comer nada pero hubo alguien que no escuchó las palabras de Saúl, Jonatán, su hijo. Este ultimo se encontraba en el bosque, alejado de su padre, al no escuchar el juramento, tomó la vara que traia con el, la mojó en un panel de miel y llevó su mano a la boca. 

Horas mas tarde, Saúl fue avisado de que alguien de su pueblo habia cometido el pecado de no ayunar. Como el Rey no sabia quien habia comido, le pidio a Jehova que tirara suerte sobre la persona que habia echo oidos sordos frente a las palabras de Saúl. La suerte cayó sobre su hijo. Sin dudarlo, Saúl prometió que lo mataría y seguiría la Ley. Al escuchar la promesa de Saúl, el pueblo se negó justicando que Jonatán habia salvado al pueblo de Israel, infiltrandose entre los filisteos y atancándolos sin que Saúl se enterase. 

Ya llegando al  final de esta historia, es cuando nos encontramos con el terrible dilema presente en el tiulo de esta noticia, ¿Mato a mi hijo y continúo con la Ley? o ¿Soy humano, obedezco al pueblo y salvo a mi hijo y al héroe del pueblo? La opción elegida por el Rey fue la segunda  y así fue como le pueblo libró de morir a Jonatán, el héroe del pueblo.