SOMOS UNA CIUDAD DE COCHINOS

La razón es la indisciplina y la indiferencia a la hora de sacar la basura los días y horas debidos.

Asi nos duela reconocerlo, en pleno siglo XXI seguimos demostrando poco civismo y cultura a la hora de obedecer las normas o, al menos, tener un minimo de consideracion con la ciudad y con nuestro propio vecindario.

Ya suman 800 focos de basura que hemos creado los propios ciudadanos en todas las localidades  de Bogota. La razon de esto, es la indisciplina, la pereza, la indiferencia a la hora de sacar la basura las horas y dias determinados. Nos da igual si el camion ya paso o pasara al dia siguiente, la dejamos en una esquina a la que luego se sumaran vecinos complices con sus propios desechos.

A pesar de que ya se instalaron cerca de 80.736 canecas y 50.000 contenedores de basura, las personas son tan conchudas que la bolsita de heces de los perros las dejan en el cesped, o el anden, con tal de no caminar hasta la esquina donde se encuentra una caneca, pero eso no es todo hay otras personas que llevan sus desperdicios en el carro y las arrojan por donde sea, en vez de estacionarse, bajarse y arrojar su desperdicio de comida u otras cosas en una caneca o contenedor.

Los principales actores de estos focos de basura ya se conocen: comercio, restaurantes, oficionas y/o residencias que sacan las basuras a deshoras, luego estan los habitantes de calle, los perros, los recicladores que hacen con las bolsas un botadero. Pero el problema no es este, si no la mala costumbre que ha tomado la gente sin pensar el daño que hacen. Hace unos dias relataba la gerente de una empresa de aseo, que el descaro ciudadano es tal que hasta de los pisos altos arrojan las bolsas para que luego  las recojan los barrenderos.

Parte de la responsabilidad van a las mismas empresas de aseo, ya que cuando podan y dejan los restos por ahi, a la espera del camion, pero resulta que ese gesto no puede ser malintencionado, pero termina patrocinando que lleguen despues desperdicios de los malos vecinos.

Esta en vez de disminuir, ha aumentado. Es como un cancer que se extiende por la ciudad, y presumimos de defender el medio ambiente, de criticar pero no actuar. ¿Como es posible que en una sola localidad se haya pasado de 77 focos de basura a 88? Una de dos, empeoro  el servicio o el descaro de la gente ya no tiene limites. Y llama la atencion que en Rafael Uribe, Usme, Kennedy o Bosa se mantengan los mismos focos entre 40 y 50. 

Si hablamos de las cosas que se han hecho para que esto pare, tal como son las sanciones que estipula el Codigo de Policia, multas y demas, cuando pasa esto no nos importa ya que sabemos que no pasara nada. Se sabe que el problema no se resulve con multas, es de educacion, de cultura, de casa. Quienes ensucian de esta manera la ciudad reflejan el nivel de educacion que han recibido y por ende, el que le transmiten a las nuevas generaciones.