Un Madrid sin rumbo

En mayo de 2018, el Real Madrid se proclamaba campeón de la Champions League por tercera vez consecutiva y conseguia la 'orejona' número 13.

Poco después se confirmaba la marcha de Cristiano Ronaldo y el madridismo lloraba. Y por si no fuera poco, Zidane comunicaba publicamente que dejaba el club. 

Comenzaba una nueva era en la casa blanca, primero fichando a Julen Lopetegui como técnico y confiando en que Bale y Benzema asumieran un nuevo rol y juntos consiguieran los goles que se habian perdido por la marcha del astro portugués.

Todos ya sabemos como acabó la temporada 2018/19 para los merengues y por eso, la directiva se puso en marcha para planificar la siguiente temporada fichando a Eden Hazard para darle un salto de calidad al equipo, y también reforzó las posiciones de lateral izquierdo, central y delantero centro incorporando a Mendy, Militao y Jovic respectivamente. 

A pesar de los fichajes y de la vuelta de Zidane, el Real Madrid no ha empezadó la temporada como querían. Han conseguido 8 puntos de 12 posibles en las cuatro primeras jornadas de liga con un juego bastante mejorable y en Champions, han sido derrotados con bastante holgura en París.

Los problemas empiezan en la porteria, que por diversas razones, Courtois no está rindiendo a su nivel. La defensa es lo más preocupante de todo, concediendo muchos metros a los atacantes rivales y sobre todo, encajando muchos goles por faltas de concentraciones que son perfectamente evitables. Pasando al medio no hay diferencias, Casemiro sigue haciendo lo mejor que sabe hacer: dar patadas. Aún así, es uno de los que sostiene al equipo ya que Kroos baja a defender en patinete y Modric ya no es lo que era. Menos mal que James se quedó en Madrid porque es lo único positivo que se puede destacar del centro del campo. Por último: la delantera. A Bale se le ve con mejor actitud pero, falta algo más. Hazard se sigue adaptando y Vinicius no tiene hueco. Todo depende de Karim Benzema, que ya ha marcado varios goles en este inicio de temporada.

En definiva, el respeto se gana muy dificil y se pierde muy fácil. Y al Real Madrid ya nadie le mira como ese equipo temible que arrasaba en Europa. Ahora solo se puede agarrar a que el F.C.Barcelona no ha empezado bien y a lo que pueda hacer Hazard y Karim. El próximo año Zidane tiene que hacer la revolución que prometió, si es que no lo echan antes.