La noche del sábado 12 de octubre del 2019, a las 20:30; en las calles de Quito, capital de la república ecuatoriana, la ciudad vivió un espléndido ruido de cacerolas y ollas golpeadas por diversas herramientas. Quito vivió el cacerolazo.
Esta acción, fue el resultado de los diversos cambios que estaba ocurriendo en el país, los cuales afectaban al pueblo en general; es decir, el pueblo estaba demostrando al gobierno y al mundo entero, que las medidas tomadas por este, simplemente eran, antipopulares.
Días posteriores a dicho acontecimiento, el gobierno terminó aceptando el diálogo, y derogando el decreto 883, que había ocasionado tanta muerte y destrucción. Concluyendo que, el poder de un país sí está en el pueblo, ya que si este se une, no habrá corrupción que lo pare.
Imagen tomada por: Diario “El Universo” |
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