La devaluación es la pérdida del poder adquisitivo de una moneda por diversos factores, políticos, económicos, culturales y sociales, en donde el aspecto preponderante, es la cuestión económica. La devaluación se objetiva en un aspecto interno y en otro externo.
En cuanto al aspecto interno, la devaluación se materializa cuando existe el alza de precios, si una moneda o con un peso, puedo comprar un kilo de tortillas (once pesos), pero en un mes, año o determinado período, con el mismo peso, sólo compro medio kilo de tortillas, entonces, se devaluó el peso al cincuenta por ciento; pero si el salario mínimo se me sobrevaloró en el cinco por ciento, entonces, se me depreció mi salario en casi la mitad, entonces, estamos ante un hecho o fenómeno económico que implica una devaluación de una moneda desde un punto de vista interno, porque ya no se puede compra lo mismo con las cantidades de monedas iguales.
En cuanto a la devaluación desde un punto de vista externo, lo apreciamos cuando analizamos la paridad del peso mexicano con otras monedas; si el peso mexicano es uno por un dólar; pero después, son veinte pesos por un dólar, entonces, existe una devaluación de nuestro peso mexicano desde el punto de vista externo porque las moneas extrajeras se encarecen.
Como se expresó, la devaluación del peso, es un hecho que ocurre por varias razones: políticas, económicas, culturales y sociales, sólo por mencionar algunas de las más importantes. En cuanto a las causas políticas por las que se ha devaluado el peso en México, son, guerras, divisiones políticas falta de planeación a largo plazo, acuerdos políticos que todos los sectores sociales trabajen por la República y aplicar políticas públicas en torno al fortalecimiento del peso, como sería el fomento al ahorro interno, fomentar la inversión y fuentes de empleo; la reforma fiscal integral que fomente la productividad y las empresas familiares en el país, entre otras políticas públicas que no han sido implementadas.
Respecto de los factores económicos, urge definir un modelo económico para el país a corto, mediano o largo plazo; establecerlo en el plan nacional de desarrollo y los subsecuentes; a partir de ahí, aplicar las políticas públicas que sean armónicas a dichos proyectos pactados por todos los sectores sociales y trabajar en torno a dichos procesos. Pagar la deuda externa, fomentar la producción, que la balanza comercial sea favorable y propiciar incentivos para invertir en empresas que creen empleos y dichos empleos bien remunerados, hagan crecer al ahorro interno; lo cual hará crecer el producto interno bruto y por consecuencia el ingreso por habitante.
Como causas culturales, nuestra sociedad en los últimos años, ha sido enajenada por los medios que manipulan a la opinión pública y la han orientado hacia el consumismo.
Como causas sociales, también tenemos muchas, somos poco eficientes, eficaces, productivos; no existe la cultura del trabajo y del ahorro; gastamos más de lo que ganamos, no existe la cultura de la prevención, la raza está endeudada, incluso, dicen barbaridades como el que nada debe nada tiene y falacias terribles que son parte de la idiosincrasia y comportamiento social del pueblo, encarcelado en el capitalismo (Cfr. Covarrubias dueñas, José de Jesús: La Sociología Jurídica en México. Segunda aproximación, Porrúa, México, tercera edición, México, 2013).
En cuanto a la paridad peso y el dólar (EUA), a principios del Siglo XIX, el peso mexicano valía dos dólares; durante las guerras de Reforma, se igualó; con la dictadura de Díaz Mori, a principios del siglo pasado, se vendía un dólar por dos pesos. En el Siglo XX, la Revolución de México de 1910, fue una causa trascendente de la devaluación del peso, los Tratados de Bucareli; así, hacia la década de 1930, eran casi tres pesos por dólar; en 1954, se fijó la paridad de 12.50 pesos por dólar, la cual duró hasta la década de 1970 (1976, año de devaluación).
En el año de 1982, se vendía los dólares a 57 pesos y en 1983, comenzó la flotación del peso, que en la década de 1990 a 1993, se vendía un dólar hasta en 3, 000 pesos; después en tres pesos; luego de 7 a 10 pesos y ahora, en poco tiempo, el dólar, en las condiciones actuales, llegará a 20 pesos, incluso, es muy posible que nuestro peso se deprecie más (Cfr. Estadísticas Históricas de México, del Instituto Nacional de Estadística, Informática y Geografía, varias ediciones, México, 1980, 1990 y 2000, de manera principal).
Por lo anterior, no tenemos una moneda estable, por tanto, nuestra economía tampoco es segura, las finanzas públicas y de todas las familias se encuentran en arenas movedizas. Si nuestra balanza comercial es desfavorable; si tenemos que comprar desde los alimentos, coches, computadoras y demás, si todos consumimos productos importados, entonces, estamos propiciando la devaluación de nuestra moneda, lo cual significa que requerimos un nuevo modelo económico, porque el alza de precios, en lo interno y el hecho de que se devalué nuestra moneda, nos afecta a todos, por tanto, cada quien debe hacer su tareas, que es trabajar y hacerlo con eficiencia, eficacia, economía, ser productivos y sobre todo, humanos, trabajar nos humaniza y nos hace mejores personas, porque podríamos apreciar que somos parte de un todo, de que todos nos necesitamos a todos y que entre todos, podemos apoyarnos, resolver nuestras necesidades y problemas entre todos para eso es el trabajo, ejercicio colectivo ara el bienestar social.
Aunado a lo anterior, debemos estudiar los sistemas en que se fugan los grandes capitales o beneficios económicos hacia el extranjero y del dinero o capitales que se generan en México, dicha riqueza, cómo se distribuye entre las personas, porque el capitalismo depredador que estamos viviendo en el planeta se está haciendo cada vez más radical y el esquema es que cada vez menos concentran más riqueza que es el trabajo de todos; además, se depreda al planeta, a las especies vivas y sobre todo, a las personas, el proceso de deshumanización es como la devaluación del peso, es cada vez más atroz, más difícil, más injusto. En conclusión, se requiere de un nuevo orden económico en México y en el planeta.
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