La tecnología transforma los más diversos aspectos de la vida en sociedad – de la comunicación a los medios a través de los cuales la humanidad busca la salud y la calidad de vida. En el contexto de la cuarta revolución industrial – creado por Klaus Schwad, ingeniero y economista alemán, director y fundador del Fórum Económico Mundial – surge la Salud Digital que consiste en transformar los procesos envueltos en la asistencia a través de la tecnología, volviéndolos más dinámicos, eficientes y ágiles; consecuentemente, eso amplia la calidad de los servicios y la seguridad del paciente.
Wagner Sanchez, coordinador de MBA en Health Tech de Fiap, explica que el concepto presenta como base el almacenamiento de grandes cantidades de datos que son, posteriormente, trabajados por tecnologías que permiten transformarlos en información para la tomada de decisiones. Así, el especialista acredita en la posibilidad de construir un nuevo sistema de Salud, que tendrá como enfoque la gestión del cuidado, de modo a proporcionar más calidad de vida y bien estar de los individuos.
Ese sistema responderá a los anhelos de una sociedad que, conforme el estudio “Megatendências 2020-2030”, de Inova Consulting, alcanzará 100% de conectividad entre 2022 y 2025. Esa realidad transformará la humanidad de modo que el futurista Yuval Harari afirmó, en la convención de Davos, de 2018, que esta última generación de homo sapiens, segundo él, está caminando hacia la generación algorítmica o singular, que representa un evento histórico a través de lo cual la humanidad cruzará una etapa de avanzo tecnológico colosal en un corto espacio de tiempo, de manera que todos serán una mezcla de humanidad y máquina.
Ante a este escenario, las organizaciones de Salud serán impulsadas a transformación exponencial, buscando tecnologías que apoyen las exigencias por más salud al mismo tiempo en que la población envejece y, consecuentemente, se amplían los costos asistenciales.
La Salud Digital es un camino que promueve, a las organizaciones, alcanzar una operación eficiente, que racionaliza costos y optimiza los lucros del negocio, proporcionando la salud que el individuo desea y necesita por un valor accesible y real.
El especialista menciona cuatro tecnologías envueltas en la transformación digital en la Salud:
1- Sistemas de gestión e historial clínico electrónico: son las softwares que almacenan los datos fundamentales para la creación de modelos predictivos que apoyan la gestión del cuidado. Ellos permiten digitalizar toda parte operacional y asistencial de una organización, eliminando el papel, reduciendo errores, agilizando proceso y garantizando la seguridad del paciente al permitir que todas las informaciones acerca de los tratamientos realizados a lo largo de su vida estén disponibles en el mismo lugar.
2- Inteligencia artificial – sistemas dotados de machine learning y deep learning que usan datos y algoritmos para proveer nuevos puntos de vista a los profesionales de Salud, como direccionar las decisiones sobre diagnósticos y sobre tratamientos. A través de IA ya se puede notar que un individuo está quedando enfermo antes de que se presenten síntomas, permitiendo, así, la atención individual y predictiva fundamental en el concepto de Salud Digital.
3- Internet de las Cosas – la loT permite la existencia de wearables devices, o dispositivos vestibles, que actúan como una fuente de información personal e individual sobre el paciente. Relojes, piezas de ropa y otros accesorios dotados de Iot monitorizan personas en periodo previo, durante y posterior al tratamiento. Esos biosensores se orientan a través de los signos vitales y envían las informaciones en tiempo real al hospital, a la clínica o a la aseguradora de salud.
4- Prototipación 3D: el potencial de la impresión es tan grande, que, en el futuro, se permitirá imprimir órganos y revolucionar los trasplantes. Una de las aplicaciones innovadoras, ya probadas con éxito, es el uso de prototipos en 3D para orientar cirugías. Uno de los casos más recientes ocurrió en Belfast City Hospital, en Irlanda del Norte, en que un padre que quería donar uno de los riñones de su hija, una joven de 22 años, que sufría de insuficiencia renal grave. Sin embargo, él tenía un tumor benigno en el interior del órgano, en un punto de difícil acceso. Para viabilizar el procedimiento, ingenieros produjeron una copia exacta del riñón del hombre utilizando la tecnología de impresión 3D, lo que permitió que el equipo, liderada por el médico Tim Brown, pudiese planificar el procedimiento, probar las posibilidades y preparar para cualquier eventualidad.
¿Cómo cambiar?
El camino para construir la innovación en la Salud va mucho más allá de simplemente digitalización de los datos. Es necesario evaluar la jornada del paciente en la institución de modo a identificar cuáles son los problemas y de qué modo la tecnología puede apoyar a solucionarlos. “El enfoque es el paciente. Sin esa visión, no hay cambio que sea efectivo a largo plazo y las inversiones son vacías”, dice Sanchez.
El especialista divide la implementación de un proyecto de Salud Digital en tres etapas fundamentales:
Etapa 1: mindset
El especialista explica que lo más común es que los gestores piensen primero en la compra de la tecnología, del hardware y de software, sin embargo, el primer paso es crear la cultura de innovación en la Salud, que comienza en la presidencia e integra todo el equipo asistencial y de backoffice. Todos deben comprender que los procesos necesitan reinventarse para que sean más dinámicos, además de reconocer sus responsabilidades en el cambio y en la participación activa en ella, con sugerencias y capacitaciones en que, a través de eso, se permita que cada persona logre su mejor rendimiento apoyada en la tecnología.
Etapa 2: implementación
Tras la sensibilización, es hora de modificar los procesos utilizando la tecnología. El especialista presenta el ejemplo del triaje hospitalaria, que puede ser optimizada por un sistema de panel con contraseña conectado directamente al historial clínico electrónico, por ejemplo. De ese modo, se transcurren todos los procesos existentes en la institución, desde momento en que el individuo accede al servicio hasta el seguimiento posterior al alta. En ese punto, Sanchez indica el uso de la metodología de design thiking para comprender la jornada del paciente y cómo se puede promover transformaciones tecnológicas en cada etapa para tornar esa experiencia mejor. Todo ese proceso de implementación requiere paciente y compromiso completo.
Etapa 3: utilización
Cuando definidas las tecnologías que apoyan cada proceso, es hora de poner en práctica y monitorizar el funcionamiento de cada una de ellas. En ese momento, el uso de indicadores de rendimiento es indicación del especialista, una vez que a través de ellos se permite evaluar lo que se ejecuta con éxito, lo que se debe seguir y lo que se puede mejorar, maximizando las ganancias proporcionadas por el cambio.