Ciudadanía digital a lo largo del tiempo

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La dinámica actual se encuentra influenciada por los avances tecnológicos, gracias a los adelantos como la telefonía, los ordenadores entre otros que han permitido la masificación de la información a través de los diferentes dispositivos digitales. Facilitando la creación de datos que luego son convertidos en información que al ser accesible a la ciudadanía esta pueda utilizarla para beneficiarse en la toma decisiones y otras actividades cotidianas mejorando así la calidad de vida de las personas.

Ahora bien el concepto de ciudadanía, según la Real Academia Española, lo define como aquel que “pertenece a una ciudad o quien es considerado como miembro activo de un Estado, es titular de derechos políticos y se somete a sus leyes “.  Dicho concepto proviene de la polis griega, y ha ido evolucionando de una posición de control a un ejercicio directo del poder conservado su esencia a lo largo del tiempo (Horrach, 2009).

El termino de ciudadanía como lo señala el autor Brook Manville, (1990) fue concebido como el “estatus de pertenencia que el individuo obtenía respecto a una comunidad, y de cuya pertenencia se derivaban derechos y obligaciones iguales para todos los integrantes de dicha comunidad” (p. 5). De esta manera, se clarifica que la calidad de ciudadanía, es tanto una condición política como una condición de pertenencia. Pero en un contexto digital es necesario aclarar que se asumirá el termino no en sentido literal, sino desde el sentido de pertenencia a la comunidad (koinonía) de ciudadanos, ya que por el momento no existe un régimen (politeia) aplicable a toda la comunidad que forma ya parte del espacio virtual, ni tampoco toda la comunidad global se encuentra representada o haciendo uso del Internet.

Hablar de ciudadanía digital como señala Tellez, (2017) es por un lado ser parte de una comunidad, como ocurre actualmente en los grupos conformados en las redes sociales, pero considerando que son los mismos ciudadanos los que van a implementar sus propias normas las cuales deberán ser acatadas y respetadas por cada uno de sus miembros. Esto incluye la formulación de acciones dirigidas bajo netiquetas, es decir estándares de comportamiento en los medios electrónicos como redes sociales, foros, chats, correos electrónicos entre otros. A pesar de que dichas normas no serían reconocidas por las diferentes autoridades de algún Estado.

El concepto de ciudadanía digital entonces, se considera como ese espacio digital que es mediado por las diferentes herramientas y dispositivos digitales  para el ejercicio de su ciudadanía Ribble (2014) en lo referente a la pertenencia a una comunidad ya que estos pueden verse promovidos con el uso  de las tecnologías de la información y comunicación, acordando normas de comportamiento responsable con respecto a sus miembros en el uso de la tecnología.

En este sentido, surge la iniciativa de ofrecer un curso que ayudar a formar las competencias para que los ciudadanos puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece el mundo digital. Para lo cual requiere de un cambio de paradigma en pro de la transformación de una nueva sociedad. Debido a que en la actualidad, la ciudadanía digital no es solo respetar las normas de netiqueta este debe desarrollar las competencias mínimas necesarias para convertirse en un sujeto activo en el mundo digital. Donde las instituciones públicas ponen a la disposición de los ciudadanos sus servicios apoyados por el uso de las TIC.

Generado así un impacto en la vida cotidiana de los individuos, desde las comunicaciones hasta el desempeño de nuestras actividades productivas. Lo que implica una actualización contante de las competencias de los ciudadanos del siglo XXI. La apropiación de competencias digitales permitan a los individuos aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen las herramientas ofimáticas, herramientas para el trabajo colaborativo en la web, herramientas que fomenten una comunicación corporativa asertiva, así como herramientas que permitan aprovechar nuevas tendencias para el intercambio de información a través de la nube, les facilitara el alcanzar un desempeño optimo tanto en la organizaciones privadas o públicas, como en el desempeño de emprendimientos basados en ambientes virtuales e interacción a través de internet.

Estas brindan la oportunidad de participación activa del ciudadano en  asuntos como la creciente desigualdad, los intentos por mantener paz, la seguridad  de las naciones así como  participar en actividades preventiva como la grave crisis ambiental. Lo que implica construir pactos para la igualdad y un futuro sostenible y una gran oportunidad para participar activamente en el cumplimiento de las metas establecidas en La Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en septiembre de 2015 por las Naciones Unidas cuyo objetivo es establecer un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad de una manera informada y la transparente contribuyendo así con una mejora en los impactos ambientales y por ende con el cumplimento de los derechos sustantivos de toda persona.