Este lunes, un grupo de investigadores chinos de la universidad de ciencia y tecnología en
Heifei envió una clave encriptada cuánticamente a través de uno de sus satélites, que no
puede ser comprendida por ningún agente externo, contenida en los fotones, pero nadie más
allá puede entender estos datos.
Este experimento tiene la función de demostrar que los ordenadores cuánticos tendrán una
capacidad de computación tan enorme que podrán descifrar las claves que se usan
actualmente en los sistemas de comunicación, permitiendo que terceras personas accedan a
información sensible. Por ese motivo, el futuro pasa por crear sistemas generadores y
transmisores de claves mucho más seguros.
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