Una vez en Montecarlo habitó sus tierras un hombre llamado August, un hombre de carácter
difícil, con buenos sentimientos y problemas de alcoholismo. A una calle de su casa estaba esta
chica llamada Katlyn, una chica hermosa con piernas largas con quien salía a estafar gente en
bares por unas cuantas monedas y así seguir tomando hasta estar ebrios para dar vueltas en el
pueblo hasta llegar a un río en donde les gustaba platicar de todo lo que pasaba en sus vidas.
Una noche estando en el río con Katlyn, August desahogó su preocupación por falta de dinero,
Katlyn le dijo que tenía un ahorro no muy grande que podrían aprovechar como una
oportunidad única en el casino, comentándole que podían hacer trampa en el juego y ganar lo
que nunca habrían imaginado en la vida. Después de acordar esto, fueron a casa y se
prepararon para que la noche del día siguiente se dirigieran hacia el casino.
August llegó primero al casino con su mejor traje y esperaba a Katlyn mientras fumaba un
cigarrillo hasta que la vio, ella caminaba y brillaba más a cada paso que daba para acercarse a
él, nunca la había visto tan hermosa. Entraron juntos con mucha seguridad y se dirigieron hacia
la ruleta, se sentaron y casi al comienzo del juego August distrajo al crupier, mientras Katlyn
aflojaba unas casillas. El crupier no se percató e inicio el juego, August con una bola magnética
frenaba la ruleta y al casi detenerse, Katlyn distrajo al Crupier para que August se apoyara
sobre la mesa, haciendo una ligera inclinación y así poder acomodar con mucha destreza y
velocidad la bola. Sorpresivamente para el crupier le dijo a August que había ganado un millón.
August muriendo de angustia llegó a una antigua casa que le había heredado su padre, ahí vió
todo el dinero que tenía y soltó a llorar como cuando era un niño, con el mismo
arrepentimiento como cuando tomaba dinero del bolso de su madre para ir a comprar dulces.
Extrañaba ese sentimiento en calma, como si no hubiera nada más importante que jugar.
Destapó una botella de cognac y comenzó a beber de una manera excesiva, teniendo
sentimientos cruzados dejó de tomarle el mismo valor al dinero que tenía enfrente.
Cuando estaban saliendo del casino con el dinero, estaban platicando de todo lo que podían
hacer, incuso hablando de mudarse a un lugar hermoso y acogedor. De repente escucharon
una alarma y gente del casino que se dirigía a sus automóviles para seguirlos, pues August
olvido la bola magnética y eso los incriminó. Katlyn tomo de la mano a August y subieron
rápidamente al coche, aceleraron a fondo y esperaban que con suerte,el ataque no fuese hacia
ellos, pero unas cuadras adelante se percataron de que los estaban siguiendo y se escuchaban
detonaciones. Se dirigían hacia el río en el que gustaban de platicar en sus buenos momentos y
al punto de no poder continuar con el automóvil, descendieron y empezaron a correr.
Los que los perseguían no paraban de detonar sus armas hacia ellos, el camino de huida se
hacía largo y parecía no tener fin, Katlyn comenzaba a tener dificultades para seguir corriendo,
pero daba su mejor esfuerzo, hasta que una bala cegó su vida y August por el miedo siguió
corriendo, pensó que el único lugar de refugio que nadie conocía era esa casa antigua, a las
orillas del pueblo que le había heredado su padre.
Hundido en pensamientos confusos, llenaba vacíos con botellas, estrellaba su odio contra los
vidrios de la casa y desfiguraba su gesto con amargos lamentos. Sus nervios estallaban como
su sentimiento de culpa por la muerte de su única amiga, su existencia pendía de un hilo.
August después de tres días tomó la fatídica decisión de abandonar el engaño y la vida.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.