TAREA DIARIA PENDIENTE.

Libramos una guerra dura, cruenta y desalmada contra un sistema imperial y neocolonial. Ante este panorama debemos actuar sin pausa y con premura, si no nos arrolla y perecemos en el intento si este es tardío y sin estrategia.

Día a día somos bombardeados por falsas noticias, medias verdades y calumnias contra nuestra revolución y contra nuestros dirigentes y personeros destacados. Somos víctimas constantes de ataques infundados y rumores que crean desasosiego y angustia, hasta pueden fomentar dudas en nuestro pensar y accionar.

Entonces cabe preguntarnos: que debemos hacer. Como debemos actuar y contra atacar, cuál debe ser nuestra actitud y accionar para neutralizar y mejor aún, ganar las batallas diarias que se nos presentan. No es difícil pero debemos actuar con una convicción clara, comprometida y certera, debemos estar completamente comprometidos con el legado de Chávez, comprometidos y convencidos de sus postulados y enseñanzas, sin vacilaciones ni falsas posturas. Todos somos Chávez y en consecuencia debemos actuar como lo hubiese hecho el propio Chávez.

En principio debemos contra atacar con la mejor herramienta que podemos utilizar, la información veraz y oportuna, y para esto debemos dotarnos del conocimiento de nuestros postulados y de todas las enseñanzas que día a día nos impartía nuestro supremo líder. Debemos informar por todos los medios disponibles, en todos los espacios posibles y con claridad meridiana. Siempre con la verdad por delante, así sean desaciertos que podamos haber cometido, porque asumir la responsabilidad de nuestros errores nos brinda credibilidad y confianza.

De igual manera debemos actuar tal y como lo predicamos. No podemos pedir solidaridad si somos mezquinos con lo nuestro, por esto nuestra comunicación debe ser ejemplarizante, pertinente y con empatía. La verdad por delante, nada de mentiras piadosas o medias verdades para ocultar los desaciertos.

Por último, debemos ser constantes, acuciosos, investigativos, permeables a los mejores pensamientos e ideas y no guardarnos nuestros pareceres. Informar, predicar y aleccionar es una tarea diaria que debemos emprender. Debemos ser buenos discípulos de Chávez, o mejor aún ser Chávez.