REFLEXIÓN 3

Desde los grados bajos nos encontramos con estudiantes inquietos, con el deseo de explorar, descubrir y experimentar, cosas nuevas; es el momento preciso donde el buen docente aprovecha la oportunidad para influir en el aprendizaje por descubrimiento y que estos sean de manera significativa, ellos responden a los estímulos externos que los rodea, de igual manera los padres y madres de familia influyen de manera positiva en sus conocimientos.

Los estudiantes por su naturaleza son dinámicos e interactivos, ellos cuestionaran y refutaran algunos conceptos que ellos no consideren como válidos, es importante esta parte del proceso, en donde el docente aplique un diagnóstico de su grupo, respetando sus deferencias individuales.

Hoy en día hasta las posiciones de bancas ha cambiado, ya no les gusta estar uno detrás del otro, los llamados en lista se combinan los niños con las niñas, van por orden alfabético, así de simple, nadie va primero y nadie está de último, reconocen que existen las inteligencias múltiples, respetando y apoyándose en las cualidades y las destrezas, que cada uno posee.

Reconocemos que la medición de los aprendizajes, es uno de los pilares importante de la educación, porque nos pondera y debe ir de la mano con una evaluación por competencia donde podamos indicar el grado apreciación con que se desarrolla cada actividad, logrando identificar los acierto o desaciertos en que la desarrolla, toman en cuenta las diferencias individuales, es mucho más importante la calidad del aprendizaje, que involucra una serie de criterios que van desde lo conceptual, procedimental y actitudinal.

No podemos olvidar las herramientas tecnológicas, que ha surgido para mejorar y facilitar nuestra labor, que, a través de los tiempos, ayudan grandemente a despertar la curiosidad inherente en las diferentes áreas del aprendizaje, de nuestros estudiantes.

Es inconcebible que existan docentes con esa actitud, de enmarcar el pensamiento de otros a el de él, no es cuestionable, ni negociable, que no se ajuste a las nuevas corrientes pedagógicas que dan inicio a la transformación del pensamiento crítico y reflexivo y analítico que involucre sus competencias y sus saberes, el cual determinará el hombre o la mujer que deseamos formar para nuestra sociedad, capaces de mucha sensibilidad por el dolor y el bienestar del otro.