En 1910, el presidente electo Roque Saenz Peña se comprometió a realizar la reforma electoral con el voto secreto. Después de debates de los legisladores nacionales, el proyecto fue aprobado el 13 de febrero de 1912.
Al asumir como presidente Marcelo T. de Alvear, el partido radical se dividió en dos. En Mendoza, el lencinismo y el yrigoyenismo tenían pensamientos diferentes. El gobierno nacional intervino la provincia en varias ocasiones. El doctor Marcelo Torcuato de Alvear inició su presidencia en 1922, era un aristócrata por lo que pronto se notó el cambio de estilo. En el Congreso fueron perfilándose los dos grupos que sostuvieron agrias polémicas por el acercamiento del sector alvearista a los conservadores.