El 12 de diciembre ¿debemos celebrar a Tonantzi o la Guadalupana?

Hablaremos de un tema que nos han tenido ocultos por mas de 500 años. Desde la llegada de los españoles y que nos colonizaron, México perdió ciertas cosas como lo son sus creencias en esa época, "Tonantzin” era la diosa mexica que usaron los españoles para evangelizar a nuestros ancestros.

Todos conocemos la historia de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, un nahualt que vivía en Tuxtepec y que entre el 9 y 12 de diciembre de 1531, fue testigo de la aparición de la virgen de Guadalupe, que posteriormente fue con el obispo para realizar un monumento a la virgen, pero sus palabras no eran algo creíble así que el obispo le pidió una prueba a Juan Diego, y fue así como el día siguiente le dio la prueba, con una imagen que “apareció” de la virgen de Guadalupe en su ayate.

Esto fue lo que nos han contado esta historia, pero realmente ¿así sucedieron las cosas? El padre Manuel Olimón profesor de la Universidad Pontifica de Mexico, escribió un libro titulado “La Búsqueda de Juan Diego” en donde con argumentos cuestionó diversos elementos de la causa para canonizar a Juan Diego, y señala los problemas surgidos en el proceso de beatificación.

El padre Manuel Olimón Nolasco, junto con el entonces abad de la Basílica de Guadalupe Guillermo Schulenburg y el arcipreste de ésta Carlos Warnholtz enviaron una carta al Vaticano en donde solicitaban suspender la canonización de Juan Diego hasta que se comprobará la existencia histórica de éste.

¿Pero cómo sucedió esto?, ¿Dónde surgió esta creencia?; a la caída de Tenochtitlan la población nativa era de 25 millones de personas, pero gracias a los españoles llego la viruela, que fue llamada “Huey-Cocoliztli” que se traduce como gran epidemia, y se conoció como un castigo de los dioses; ya que durante los primeros 70 años de la colonización murió mas del 50% de la población. Enfermos, sin ninguna esperanza, explotados y orillados a seguir a otros dioses, comenzaron a realizar con mas fervor a las peregrinaciones al templo de Tonantzin en el Tepeyac, tal como se venia haciendo desde hace siglos atrás, en el cual traían muchas ofrendas y venían hombres, mujeres y mozos a estas fiestas.

Los indígenas mesoamericanos tenían un centro de devoción dedicado a la diosa Tonantzin, que quiere decir “nuestra madrecita”, ¿Ya habían escuchado algo similar?. Por supuesto que los españoles no iban a permitir este tipo de adoraciones así que derribaron ese templo dedicado a Tonantzin, colocando uno nuevo para la virgen de Guadalupe, de tal manera que comenzaron a olvidar a su antigua deidad.