Por: María Victoria Acuña.
Es innegable que nuestro país está viviendo la oleada más numerosa de inmigrantes que llegan para quedarse gracias a los bajos costos del transporte marítimo, en su mayoría son jóvenes campesinos italianos y españoles con ansias de progreso los que caminan por Montevideo.
Los orientales expresan su malestar acerca de los nuevos habitantes en primer lugar porque se sienten invadidos, principalmente cuando no entienenden su idioma.
En segundo lugar expresan que la capital uruguaya ha absorbido 10.000 de estos inmigrantes contratados como obreros para las obras llevadas acabo en el puerto, el tendido del ferrocarril, la construcción de nuevos barrios y de obras públicas que pueden ser ocupados por jóvenes orientales con ansias de progreso en este país naciente.
Somos espectadores de como transforman las edificaciones, abren nuevos comercios, quieren mostrar sus aportes culturales y la industria se centraliza en la capital gracias a que ellos se ofrecen como empleados dependientes. No sólo ocupan la capital, además toman sus alrededores creando zonas de cultivo.
En consecuencia esta importante oleada de inmigrantes hace que Montevideo ya no sea la misma: aumenta en población, las edificaciones tienen el estilo de los nuevos habitantes, los intereses de esta ciudad hacen que crezca aún más la brecha con el interior del país.
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