Iniciando 2020  específicamente el 12 de marzo nos sorprendió la declaratoria de Pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud y con ello se dio inicio también a nuevas formas de comunicación. Visto así, el confinamiento y el consecuente distanciamiento social abrió las puertas al auge de las TIC o las nuevas Tecnologías de la información y la comunicación. Si bien es cierto que hasta antes del confinamiento compartíamos varios grupos de Whatsapp, Telegram, hacíamos vida social en Facebook e Instragram, la mayor parte de la motivación era de esparcimiento, pero la necesidad  generada por la pandemia, ha  sumado a nuestra comunicación cotidiana nuevas herramientas y formas de interacción, es así, como comenzó el auge de las reuniones por Zoom, Jitsi o cualquier otra aplicación que nos permitiera vernos y juntarnos de forma virtual. Desde el punto de vista de las relaciones humanas, se acrecentó la necesidad de verse aún más que cuando se podía hacer en las circunstancias normales. De este modo, los celulares, las tabletas, laptop y las multipantallas se encendieron para dar vidas a la comunicación virtual. Por otra parte, la brecha generacional en el mundo digital se acortó, por eso se ve el fenómeno de abuelos, abuelas, padres, niños realizando videollamadas, aprendiendo a usar aplicaciones en un ensayo y error muchas veces, pero con la gran necesidad de comunicación. Por esta razón podríamos decir que si algo tuvo de positivo esta pandemia es la oportunidad que le dio al mundo de la comunicación digital para desplegar todo un nuevo mundo de posibilidades comunicativas para una nueva forma de ver y sentir al mundo.