La pandemia del COVID-19 ha sacudido con fuerza las distintas esferas de nuestras relaciones sociales y ha evidenciado tanto la interdependencia que existe entre naciones, como la vulnerabilidad de nuestros sistemas de salud y de nuestros medios de subsistencia a nivel mundial. Actualmente, los esfuerzos se concentran todavía en evitar el mayor número de contagios posible mediante medidas tales como el distanciamiento social, el cierre de fronteras y la interrupción de gran parte de las actividades productivas. Los niños de todas las edades pueden enfermarse con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Pero la mayoría de los niños afectados generalmente no se enferman con tanta gravedad como los adultos, y algunos quizás no presenten ningún síntoma. Reconoce los signos y síntomas de COVID-19 en bebés y niños, por qué los niños quizás se vean afectados de manera diferente por la COVID-19 y qué puedes hacer para prevenir que se propague el virus.
Podemos hablar de contaminación cuando en un entorno ingresan elementos o sustancias que normalmente no deberían estar en él y que afectan el equilibrio del ecosistema. Por ejemplo, en un vaso de agua que creemos que está limpia hay algunos componentes que pueden están ahí naturalmente en concentraciones mínimas, como sustancias radioactivas. Pero el problema de la contaminación comienza cuando los niveles de estos materiales son muy altos. industry-1752876_1920.png Los agentes contaminantes pueden ser físicos, químicos o biológicos y perjudican medios como el agua, el suelo o el aire cuando se presentan en concentraciones muy elevadas. Estos compuestos alternan las condiciones de los organismos que habitan en ellos, generando problemas de salud o de seguridad, malestar e incluso la muerte.