“Todos los días llegan nuevos”, “ya no sabemos dónde ponerlos”, “estamos llenos”, son algunos atajos a los que recurren directores y representantes de escuelas del Gran Santo Domingo ante la avalancha de padres que diariamente concurren en busca de espacio para sus pequeños.
Con la cuenta regresiva para el reinicio de clases presenciales a toda marcha, según los entrevistados, “se hace lo que se puede” para adecuar la sobrepoblación estudiantil a las instalaciones educativas que, desde antes de iniciar sus procesos de nuevos ingresos, ya estaban a toda capacidad.
Estefanía de Jesús, que es parte del personal administrativo de la escuela Proyecto Brisas del Edén, en el sector homónimo, explicó que el recinto está habilitado para un máximo de 300 niños.
Sin embargo, el pasado lunes ya alcanzaban la cifra de 370 matriculados que no solo tendrán que recibir docencia en estrechos salones, sino que tampoco podrán corretear por la escasez de áreas recreativas.
Lista de espera
De Jesús puntualizó que pese a la compleja situación, no han negado la inscripción, sino que sugieren a los progenitores y tutores mantenerse llamando
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