En los últimos 10 años, China se ha convertido en un importante socio comercial e inversor para América Latina y el Caribe (ALC). Ahora es el principal destino de las exportaciones de América del Sur y la segunda fuente más grande de entradas de dinero para la región de ALC. Sin embargo, La alta concentración de la actividad china en los sectores agrícolas y extractivos de América Latina ha ejercido una gran presión sobre el suministro de agua y ha aumentado la deforestación y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), concluye un estudio coordinado por la Iniciativa de Gobernanza Económica Global (GEGI) de la Universidad de Boston. Aunque el beneficio económico de la inversión del país asiático en la región no se puede negar, también es cierto que el énfasis que China da a la producción primaria y a la venta de importaciones baratas a nuestros países provoca un impacto ambiental mayor que la manufactura, creando más emisiones netas de efecto invernadero contaminando muchísimo más agua por cada millón de dólares invertidos que cualquier otra inversión. Se debe dar la campanada de alerta y los países latinoamericanos deben reaccionar sino quieren terminar con una pesadilla ecológica que limiten sus expectativas de desarrollo y repercutan negativamente en la salud de millones de habitantes en el continente.
Como cristianos debemos recordar que de nada sirve el beneficio económico para nuestros pueblos, si no va acompañado por un genuino respeto a la naturaleza. Al respecto, conviene recordar a Juan Pablo segundo quien decía “la contaminación o la destrucción del ambiente son fruto de una visión reductora y antinatural, que configura a veces un verdadero y propio desprecio del hombre. Así mismo, los delicados equilibrios ecológicos son alterados por una destrucción incontrolada de las especies animales y vegetales o por una incauta explotación de los recursos y todo esto -conviene recordarlo- aunque se haga en nombre del progreso y del bienestar, no redunda ciertamente en provecho de la humanidad”
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.