El delantero de Gremio ha sido clave en los últimos juegos de la Selección Colombia en Barranquilla.
Lo que ha logrado Miguel Ángel Borja es un premio a la insistencia, a no renunciar nunca a los sueños, aun cuando las puertas, más de una vez, se le cerraron en su cara.
Fue goleador de la Liga colombiana con Cortuluá y con Junior, llevó a Nacional a ganar la Copa Libertadores, con goles decisivos en la semifinal y en la final, y también ganó la Copa Sudamericana con Santa Fe. También fue el máximo artillero de ese torneo con los verdes y de la Libertadores con Palmeiras.
Ahora, con un gran momento en Gremio, ha sido clave en la etapa de Reinaldo Rueda con la Selección, marcando tres goles en la eliminatoria.
Desde su natal Tierralta (Córdoba), Borja, nacido el 26 de enero de 1993, mostró que el fútbol era algo especial para él. A los 7 años, se iba a una cancha llamada La Bonga y allí se ponía a jugar con los balones que salían del campo. Era hincha fanático de la Selección Colombia, a tal punto que lloraba y se ponía de mal humor cuando perdía. Y en su edad adolescente se declaró hincha del Junior. Cumplió el sueño de jugar allí en 2020. Permaneció año y medio antes de regresar a Brasil.
De origen muy humilde, los padres de Miguel hacían lo posible por sobrevivir. José María, el papá, era vendedor de lotería. Y la mamá, Nicolasa Hernández, vendía fritos. Así trataban de sacar adelante a sus hijos. Y él también ayudaba. "Antes de salir del pueblo, un amigo me consiguió un camellito en una ferretería y con eso le ayudaba a mi mamá en lo que ella necesitaba", recordó Borja en el 2013. "En ocasiones me tocaba ir a entrenar a pie, y otras, mi mamá me prestaba la bicicleta", agregó.
Lo que ha logrado Miguel Ángel Borja es un premio a la insistencia, a no renunciar nunca a los sueños, aun cuando las puertas, más de una vez, se le cerraron en su cara.
Fue goleador de la Liga colombiana con Cortuluá y con Junior, llevó a Nacional a ganar la Copa Libertadores, con goles decisivos en la semifinal y en la final, y también ganó la Copa Sudamericana con Santa Fe. También fue el máximo artillero de ese torneo con los verdes y de la Libertadores con Palmeiras.
Ahora, con un gran momento en Gremio, ha sido clave en la etapa de Reinaldo Rueda con la Selección, marcando tres goles en la eliminatoria.
Desde su natal Tierralta (Córdoba), Borja, nacido el 26 de enero de 1993, mostró que el fútbol era algo especial para él. A los 7 años, se iba a una cancha llamada La Bonga y allí se ponía a jugar con los balones que salían del campo. Era hincha fanático de la Selección Colombia, a tal punto que lloraba y se ponía de mal humor cuando perdía. Y en su edad adolescente se declaró hincha del Junior. Cumplió el sueño de jugar allí en 2020. Permaneció año y medio antes de regresar a Brasil.
De origen muy humilde, los padres de Miguel hacían lo posible por sobrevivir. José María, el papá, era vendedor de lotería. Y la mamá, Nicolasa Hernández, vendía fritos. Así trataban de sacar adelante a sus hijos. Y él también ayudaba. "Antes de salir del pueblo, un amigo me consiguió un camellito en una ferretería y con eso le ayudaba a mi mamá en lo que ella necesitaba", recordó Borja en el 2013. "En ocasiones me tocaba ir a entrenar a pie, y otras, mi mamá me prestaba la bicicleta", agregó.
ORLANDO ASCENCIO17 de septiembre 2021, 12:30 P. M.
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