POR Jesús Piedrahita
Si bien tenemos claro como colombianos que luego de un proceso de paz, como el que el Gobierno NO- nacional acaba de firmar con las FARC, después de décadas de una confrontación armada sin tregua la cual para nuestro territorio ha dejado un número incontable de víctimas.
Ni vencedor, ni vencido
En este concepto de paz, que pocos sabemos definir con certeza ya que las reglas impuestas y concertadas entre las únicas dos partes interesadas, no dejan ver al final de juego, ni un vencedor, y mucho menos un vencido y el pueblo colombiano y los espectadores internacionales continuamos en vilo, a la espera del desenlace concreto de esta novela romántica llamada, La firma de Los Acuerdos de PAZ. Teniendo en cuenta esta relación de empate, es claro entonces que es al pueblo como sociedad civil a quien le corresponde la construcción real y plena de ese concepto que deseamos llamar paz, y que esa sí sea LA PAZ que tod@s queremos.
No tener miedo
Como algunos sabemos que funcionan las dinámicas de poder en nuestros país, es muy posible que se piense por parte de los protagonistas de esta novela, que la sociedad civil debe conformarse con el significado de paz que ellos nos dan , y que nos tocará aceptarla, cuando seguramente no colmará para nada nuestras expectativas; y es justo desde esa injustificable realidad que tendremos que empezar como pueblo unido a transitar el camino de participación y presencia activa en escenario que antes erán impensables y hacerlo mediante iniciativas propias pero a su vez, con fuerza colectiva.
Hacer sin miedo Buscar sin miedo soluciones reales a los problemas reales que como ciudadanos cada grupo vive en su población. En este camino, muy seguramente tendremos que seguir luchando con la indiferencia de una maquinaria política y estatal y la aún atosigadora presencia de grupos armados y al margen de la ley que todavía imperan en nuestra amada Colombia. Pero ya la ventana está abierta y algunos deben irrumpir para abrir la puerta de la democracia.
Este humilde servidor, opina entonces que lo más importante es apuntarle a un escenario de participación social y política , es esta la clave segura y eficaz para lograr la trasformación real y justa para poder al fin y sin risas de sátira y sarcasmo decir a boca llena que junt@s construimos LA PAZ que tod@s queremos y merecemos
NO repetición
Como pueblo debemos exigir garantias y procurar desenvolvernos en este camino al menos con la seguridad de NO REPETIR de nuevo el andar bajo las pisadas de la muerte y la violencia indiscriminada entre iguales, que solo ha dejado en tantas décadas de mortandad incontables madres sin hijos e hijos son padres y como sociedad nos ha dejado como una gran familia mutilada, al menos eso no se puede REPETIR.
Lo innegociable
Como sociedad civil, debemos pedir esto sin mover un solo milímetro el dedo del renglón los actores legales e ilegales, que nos han puesto siempre en medio de su lucha AHORA deben, bajo estas nuevas reglas del juego, garantizarnos que NO se REPETIRA lo que otras veces ya ha sucedido. Para que al menos así podamos soñar como pueblo, con un presente mejor, que nos permita tener un futuro real y dejar así el legado a nuestras nuevas generaciones y decir al fin que tenemos porque construimos junt@s...LA PAZ QUE TOD@S QUEREMOS