Hagamos un breve paseo por cada uno de estos aspectos, tomando como base lo expuesto por Alarico (2001) en el libro Lenguaje y Comunicación, para lo cual se hizo una síntesis o resumen de las principales ideas:
Propósito: Uno de los puntos claves para establecer su finalidad es quien genera la orden de su elaboración, por ejemplo, es un jefe, es un cliente, es una comisión, o lo exigen los organizadores de una conferencia o ponencia a las que estás interesado en participar. Quien lo solicita debe dejar claro las pautas que definirán su objetivo o misión.
Receptor: Ya teniendo claro el propósito, nos corresponde determinar quién lo leerá. Esto es importante porque acondiciona su estructura y la manera cómo debe ser redactado, pues en algunos casos lo leerán especialistas en un área y en otro público en general, esto demanda ciertas exigencias internas o por el contrario, brinda algunas libertades. Entre los tipos de receptores destacan:
Los gerentes de una organización, los profesionales de un área o un grupo de especialista de una comunidad: Este grupo por lo general tiene dominio del lenguaje técnico y sabe descifrar códigos especializados.
Supervisores en línea: Se caracterizan por ser más operativos, técnicos y tener dominio de un lugar o planta a nivel físico, por eso en ellos predomina más la acción que los aspectos de análisis y reflexión. Demanda ser mucho más concreto y con manejo de verbos.
Personal administrativo: Requiere de hechos concretos y vinculados específicamente a su área.
Público en general: Este grupo lo conforma personal del gobierno, medios de comunicación, instituciones sin fines de lucro, comunidad en general. En estos casos que no tienen un dominio puntual del tema y de un lenguaje técnico, es recomendable anexarle un glosario técnico de términos básicos en el área.
Ya claro el público al que va dirigido y sus especificaciones especiales, nos corresponde determinar cuál será el tipo de informe a realizar, entre estos destacan:
Informe de uso inmediato: Es solicitado con prontitud para evidenciar unos datos en específico producto de un experimento, una prueba, un estudio de mercado, un sondeo de opinión, unas encuestas…
Informe administrativo: No es urgente como el anterior y se solicita para determinar aspectos administrativos propiamente, como el flujo de caja, nómina, movimientos de personal, entre otros.
Informe de proyectos: Resultan de investigaciones previas y suelen solicitarlos en las altas gerencias.
Informe general: Se presentan sus resultados muchas veces por medios de comunicación, es de interés para una colectividad y busca recibir la atención sobre un tema que afecta a un colectivo.
Informe corporativo: Pueden ser internos o externos. El interno se prepara para determinar el funcionamiento de una organización y el externo para diversas razones, como por ejemplo posicionar a una organización, cumplir un requerimiento legal, anticiparse a un problema…
Y de acuerdo a su extensión, están los informes breves, medianos y extensos. El primero comprende 5 páginas, el segundo de 6 a 20 y el tercero más de 20 hojas.
Enfoque del informe:
En el enfoque del informe deben estar contendidas dos partes: El cuerpo del informe y las conclusiones. Y a su vez el cuerpo del informe debe estar conformado por los hechos y sus demostraciones.
Por lo tanto:
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.