En un parque, había un árbol muy frondoso que daba muy buena sombra. Las familias acostumbraban ir con sus hijos todos los domingos, a disfrutar de la naturaleza, para que los niños se encontraran con sus amigos y exploraran en el árbol.
Les gustaba explorar en el árbol ya que era muy luminoso y grande, había muchos pajaritos y ya tenían una linda amistad con ellos.
Entonces mientras las familias comían, los niños intencionalmente dejaban caer muchos trozos de comida para que los pajaritos bajaran y las cogieran y así alimentar a sus pichoncitos.
Todo era muy calmado y bonito, hasta que un día apareció un pájaro grande, parecía estar perdido y por eso quiso apoderarse del árbol. Los pajaritos estaban muy asustados y decidieron enfrentarse a él para salvar el árbol; ya que era su hogar y ahí estaban sus pichoncitos.
Pero afortunadamente había un pajarito llamado Pily, así lo llamaron los niños que iban al árbol. Era muy cariñoso y amigable. Este pajarito se tomó el atrevimiento, invito a los otros pajaritos a buscar ayuda para poder salvar su hogar.
De inmediato salieron y fueron donde una familia que vivía cerca al parque, por suerte en esa familia había dos niños. Los pajaritos intentaron decirles a los papás de los niños lo que estaba sucediendo; pero ellos no lograron entender lo que los pajaritos trataban de decirles y los ignoraron.
Los pajaritos a medida que pasaba el tiempo se asustaban más de poder perder su hogar. Pero entonces decidieron llevar a cabo un plan para llevar a los niños hacia el árbol y que pudieran ver lo que estaba sucediendo. Los niños al ver lo que estaba pasando se preocuparon mucho y decidieron avisarles a sus padres lo antes posible. Ellos al darse cuenta de todo, fueron al parque; pero se llevaron una gran sorpresa al ver que el pájaro grande solo estaba muy asustado ya que todos los niños lo querían coger y el solo estaba buscando refugio en el árbol, no apoderarse de él como todos creían.
Pero entonces lo cogieron cuidadosamente, llamaron al zoológico para que se lo llevaran y no le hicieran daño.
Ya estando en el zoológico lo calmaron y le dieron mucho amor, él siempre estuvo muy agradecido con la familia que lo rescató y lo cuidó, porque así él estuviera en el zoológico siempre lo iban a visitar.
Si no hubiera sido por Pily que fue a buscar ayuda nadie se hubiera dado cuenta que el pájaro grande no quería apoderarse del árbol, tan solo quería un hogar.