Se educó primero en las escuelas cristianas del Instituto San Carlos de Medellín y luego en el Colegio San Ignacio en la misma ciudad. Estudió bachillerato en el seminario menor de los jesuitas en Zipaquirá entre 1948 y 1951.
Allí vivió los eventos del 9 de abril y el recrudecimiento de la violencia política, que no sufrió de forma directa. Sin embargo, hizo parte de la llamada generación de la Violencia, algo que marcará sus posteriores reflexiones sobre la política colombiana.
En 1952 ingresa a la Compañía de Jesús en donde adelanta con mucho juicio e inteligencia sus estudios de humanidades, ciencias, y filosofía. En 1963 viaja a Europa a cursar Teología en la Universidad de Fráncfort, cuna de la famosa Escuela que tanto lo marca. En 1967 termina Teología y se ordena como sacerdote a los 32 años.
En ese periodo vive la renovación de la Iglesia católica, propiciada por el Concilio Vaticano II, y paralelamente la efervescencia social por toda Europa, que redundará en el gran movimiento de 1968 y en el consiguiente despliegue de versiones no ortodoxas del marxismo.
Dentro de dichas versiones, se enmarca especialmente la Teoría Crítica de la Escuela de Fráncfort. Entre 1968 y 1973 realiza el Doctorado en Filosofía en la Universidad de Colonia, como becario del gobierno alemán.
Entre agosto de 1973 y diciembre de 1974 fue profesor de Filosofía en la Universidad de los Jesuitas. Paralelamente, dictaba cursos en las Universidades del Rosario y Los Andes.
Una vez desembarcó de Europa, comenzó a tener diferencias con sus colegas filósofos jesuitas, pues ya Guillermo insistía en hacer una filosofía comprometida con la realidad del país. Por eso prefería hablar de teoría crítica.
Encuentra eco a esta inquietud en el recién reconfigurado Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), en donde estaban sus amigos jesuitas de estudios en Europa.
Allí vivió los eventos del 9 de abril y el recrudecimiento de la violencia política, que no sufrió de forma directa. Sin embargo, hizo parte de la llamada generación de la Violencia, algo que marcará sus posteriores reflexiones sobre la política colombiana.
En 1952 ingresa a la Compañía de Jesús en donde adelanta con mucho juicio e inteligencia sus estudios de humanidades, ciencias, y filosofía. En 1963 viaja a Europa a cursar Teología en la Universidad de Fráncfort, cuna de la famosa Escuela que tanto lo marca. En 1967 termina Teología y se ordena como sacerdote a los 32 años.
En ese periodo vive la renovación de la Iglesia católica, propiciada por el Concilio Vaticano II, y paralelamente la efervescencia social por toda Europa, que redundará en el gran movimiento de 1968 y en el consiguiente despliegue de versiones no ortodoxas del marxismo.
Dentro de dichas versiones, se enmarca especialmente la Teoría Crítica de la Escuela de Fráncfort. Entre 1968 y 1973 realiza el Doctorado en Filosofía en la Universidad de Colonia, como becario del gobierno alemán.
Entre agosto de 1973 y diciembre de 1974 fue profesor de Filosofía en la Universidad de los Jesuitas. Paralelamente, dictaba cursos en las Universidades del Rosario y Los Andes.
Una vez desembarcó de Europa, comenzó a tener diferencias con sus colegas filósofos jesuitas, pues ya Guillermo insistía en hacer una filosofía comprometida con la realidad del país. Por eso prefería hablar de teoría crítica.
Encuentra eco a esta inquietud en el recién reconfigurado Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), en donde estaban sus amigos jesuitas de estudios en Europa. no
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