El Marq ha recreado un fragmento de una de tantas pirámides que sobrepasaron orgullosas la altura de la selva en núcleos como Tikal, Calakmul, Mayapán o la famosa Chichén Itzá. El recorrido por la muestra permite contemplar autorrelieves jeroglíficos y estelas de piedra y admirar la pintura mural descubierta a principios de este siglo en San Bartolo, en la que se ha bautizado como capilla sixtina del arte maya. La colección incluye multitud de platos, figuras, incensarios o figuras de deidades hechas de cerámica. Los iconos, las joyas de lamuestra, sin embargo, son una máscara de jade que data del periodo clásico y la escultura de piedra caliza que representa a un hombre con atributos de jaguar, de San Miguel la Palotada (Guatemala).