UN INFIERNO SIN FUEGO

UN INFIERNO SIN FUEGO

Toda la vida oyendo: ¡las señoritas no dicen esas cosas!; ¿Qué prefieres para reyes un carrito o una cocinita?; ¿futbol? No, no tu baile, con lo bonita que estas con el tutu rosa; no vayas mucho con los niños que luego te llaman marimacho; qué gracioso los niños levantando las faldas, cosas de niños; ¿novio tan pronto?; ¡seguro que ibas provocando!; ¡esa falda solo te la pones conmigo!; ¿Por qué te maquillas tanto? ¿Para zorrear?; tú tienes hijos como una buena mujer; hazme la comida como yo la he pedido; ¿Dónde estás? ¿Con quién? ¿Qué haces?; ¡los niños azul y las niñas rosas!; tu hermana una muñeca y tú un camión de juguete.

Al oír eso piensas cosas normales o tal vez un poco excesivo pero aceptable. Y yo pienso por qué esas frases se utilizan. Porque una persona no tiene derecho a elegir lo que quiere. Porque si quiero salir a dar un paseo con un amigo no puedo sin el consentimiento de ÉL.

No poder ponerte tu mejor vestido porque “es muy corto o muy escotado”, “con eso puesto vas provocando”. Terminar pensando por qué muchas veces nuestra vida depende de esas frases, depende de ese continuo pensamiento de “¿Qué pensaran de mí?” y porque no pensar “hoy me compro la minifalda que más me guste”.

Últimamente es más fácil oír que una chica ha sido violada y que como no ha dicho NO el/los violadores salen ilesos de esos actos. ¿Y si esa chica no quería pero resultaba imposible escapar de esa situación? ¿Simplemente por no haber oído un NO ya es permitido?

Pensar que eso ocurre a diario en miles de países y que la culpable sea la mujer, ya que, claro, “seguro que ella ha hecho algo para que la hagan eso”. Pensar que una persona que es inocente y es la única víctima de ese caso y que salga perdiendo por la única norma de que el hombre es el que manda.

También es más frecuente oír que el número de mujeres asesinadas por violencia de género aumenta cada vez a una rapidez mayor. Y solo por el simple hecho de que ella se divorció o que iba con muchos chicos o simplemente por no hacer lo que el hombre quería.

Un problema que es de los que más vemos y de los que menos concienciados y menos importancia damos, dejando así que muchas mujeres no puedan ser ellas mismas y que dependan únicamente de lo que dice y quiere el hombre desde niñas hasta adultas.

Hay que empezar a dar importancia a este problema para que todas las mujeres dejen de vivir en un infierno continuo. Ya que no tienen dos de los derechos más importantes que son el derecho de libre expresión y a muchas el derecho a la vida. ( ALUMNA DE 4º DEL IES HOCES DEL DURATÓN)