Se trata de Sudán, el país africano más afectado del mundo debido al aumento de las temperaturas. Los ecosistemas y las fuentes naturales de este país se están deteriorando, la fertilidad del suelo es baja y las sequías severas son comunes. Gracias a muchos años de desertificación, la biodiversidad de Sudán se ve amenazada y la sequía hace que sea cada vez más difícil luchar contra el hambre.

Sumado a lo anterior se encuentran las tormentas de polvo que cada vez son más frecuentes en Sudán. Estas llevan arena y polvo enterrando a su paso las casas, aumentando la evaporación de fuentes de agua que de por sí ya son escasas y generando erosiones en valiosos suelos fértiles. Las causas mencionadas anteriormente, son por las cuales los expertos aseguran que sin una intervención inmediata, varias partes de este país africano -uno de los más vulnerables del mundo- pueden volverse inhabitables como resultado del cambio climático.

Según Jos Lelieveld, un científico climático "África del Norte ya es caliente y está aumentando en temperatura. En algún momento de este siglo, parte de esta región se volverá inhabitable”; por lo cual para el 2060, se proyecta un incremento entre 1,1 °C y 3,1 °C. Según CNN "Como resultado del clima cada vez más caliente y las lluvias irregulares, buena parte de Sudán se ha vuelto, progresivamente, inapropiado para la agricultura y las aldeas y ciudades pequeñas (...) el país está experimentando tanto sequías como inundaciones (...) desplazando a más de 600.000 personas del país". Por otro lado, gracias a la sequía que agrava la desertificación, hay desiertos invasores que han desplazado a ciudades enteras.